Cuando parecía que el buen momento se estaba acabando, la tendencia vuelve a virar a favor y los precios mayoristas de los cereales volvieron a subir la semana pasada, a excepción de la cebada de malta, que permaneció sin cambios, y la avena, que sufrió un descenso, según la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe).
Los datos difundidos este lunes 23 por Accoe, relativos a la semana 47, reflejan que el precio del maíz alcanzó los 210,21 euros por tonelada el 0,77% más semanal (el cereal el que la tendencia vuelve a virar con más fuerza, ya que a primeros de octubre estaba a 188 euros), y el del trigo blando, los 210,82 euros, un 0,53% superior.
La cotización de la cebada se situó en 186,42 euros por tonelada, lo que representa un aumento del 0,34 % en una semana, mientras que el trigo duro se encareció el 0,15 %, hasta los 267,40 euros.
La cebada de malta no experimentó cambios, por lo que su precio se mantuvo en 198,67 euros por tonelada, y el único de estos cereales que se abarató fue la avena, en un 0,53 %, situándose en 188,25 euros por tonelada.
Desde enero de 2020, el precio del maíz se ha incrementado el 16,63 %; seguido de los aumentos del 15,94 % de la avena; del 6,04 % del trigo duro; del 4,84 % del trigo blando; y del 2,58 % de la cebada.
Cabe destacar que estos se producen después de que Cooperativas Agroalimentarias de España haya actualizado los datos de producción de cereales 2020 manteniendo el resultado de una cosecha histórica, que supera la cosecha del año 2019 en un 47,77%. Una cifras que «nos debe hacer reflexionar sobre el modelo de comercialización que queremos», según ha destacado el presidente de cereales de la entidad, Juan Carlos Bermejo.
Dentro de las proteínas y coproductos vegetales, el precio de la soja ha aumentado un 29,85 % desde principios de año, hasta cotizar a 435 euros por tonelada.
El precio de la cascarilla ha crecido desde entonces un 27,04 %, hasta los 202 €/t; el de la colza, un 22,55 % (288 €/t); el de las pipas de girasol, un 15,94 % (400 €/t); y el de la pulpa, un 9,47 % (208 €/t).
Toda la razón, Rebollo. Las OPas deberían organizaciones para la defensa del mundo agrario y se han convertido en un mal, necesario, pero mal. Pero ahí tienen su recompensa, cada vez menos gente les hace caso.
Esto no es nada bueno para los ganaderos
Bernardo, díselo a las OPAs, que bien que insultaban a almacenistas y cooperativas por el precio bajo del cereal al principio de la campaña
Lo de las OPAs es de traca, panda de sinvergüenzas que solo se mueven por sus propios intereses. Ya me dirás a mi cómo pueden estar dentro del mismo sindicato uno que ‘defiende’ a los agricultores cerealistas y otro que ‘defiende’ a los ganaderos.
Tras la que montaron este verano los caraduras de los cerealistas, insultando a diestro y siniestro a cooperativas y almacenistas, y pidiendo a los agricultores que retuvieran, si los sindicalistas ganaderos fueran de verdad sindicalistas, cada vez que se encontraran con uno de ‘sus compañeros’ del cereal en la sede del sindicato, lo menos que tendrían que hacer es soltarle una hostia.
O dos