Con el paso del tiempo, el sector de la agricultura ha evolucionado gracias a la ayuda de la tecnología, se ha pasado de usar aperos de labranza a tener tractores para cuidar de los campos. pero todo va muy deprisa y aunque suene exagerado ya hay que anuncia una cercana realidad: La tecnología llega al campo y empieza a echar a los agricultores.
El tractor inteligente ya es una realidad y es autónomo, eléctrico y con Inteligencia Artificial. Y ya está disponible a un precio de 41.000 euros y puede realizar, de manera autónoma, tareas preprogramadas sin la presencia de un conductor y trabajar las 24 horas del día.
Pero hay más, ya se ha desarrollado en Australia la primera granja completamente automatizada con robots e Inteligencia Artificial (para demostrar que no haría falta que los agricultores estuviesen en el campo para trabajar. Según informa ABC News, este proyecto ha contado con una inversión de 20 millones de dólares.
En este clima de innovación y tecnología, una empresa tan emblemática en el mundo agrario como John Deere ha adquirido Bear Flag Robotics para desarrollar un sistema de conducción autónoma destinado a tractores gracias a la instalación de sensores, cámaras y un software de gestión. Estos vehículos poseen un conocimiento situacional de 360 grados que es capaz de monitorizar los accesorios, el estado del tractor y el entorno para comunicar cualquier problema.
Por otro lado, existen varias movilidades que le permiten elegir al agricultor entre la forma más rápida de hacer el trabajo u optar por la más económica. Además, hay que saber que no hace falta comprar un tractor nuevo, debido a que Bear Flag proporciona a las granjas estos tractores autónomos que cobran según el trabajo realizado.
A pesar de que Bear Flag emplea tractores tradicionales a combustión, existen otras empresas que apuestan por el factor eléctrico a la ecuación, es decir, tener un vehículo que sea eléctrico y autónomo. Hablamos de la compañía Monarch, debido a que ha conseguido obtener en un formato muy pequeño un motor eléctrico que cuenta con la capacidad de recopilar todo tipo de datos para que después se puedan analizar.
La tecnologías avanza en todos los campos y el agrario no es ajeno a ello. Y todo avance es positivo, salvo que se adelante tanto que empiece a echar a los agricultores de sus explotaciones.