España defenderá la prórroga para el pago de la supertasa, la actualización de los precios de referencia que desencadenan la intervención o que los trabajos del ‘observatorio de la leche sirvan para prever qué medidas hacen falta.
El ministerio trasladó a los ganaderos la necesidad de adaptarse a la cuota, vigente hasta el mes que viene, si bien un aplazamiento de la penalización limitaría los problemas, según Cabanas.
Además, apuntó que la regulación láctea comunitaria contempla ayudas según la situación del mercado y de hecho, España destinó entre 2012 y 2014 unos 15 millones de euros anuales para aprovechar derechos de la reserva nacional, que después se han incorporado a dotaciones de la Política Agrícola Común (PAC).
En cualquier caso no se sabrá hasta, al menos, la última quincena de mayo, cuál será el importe de la hipotética multa ni qué granjas tendrán que pagarla ya que, una vez las lácteas comuniquen su volumen de recogidas del mes de marzo, se realizan a cabo distintos cálculos y compensaciones hasta conocer la cifra final de producción en España.
Si finalmente existe sanción, será la industria la que se la cobre al ganadero e ingrese el dinero al Fondo Español de Garantía Agraria; y este, a su vez, a Europa. Desde la implantación de la cuota a mediados de los años 90, hasta en seis ocasiones los ganaderos tuvieron que pagar multa.