Andalucía concentra el 60,2% de la superficie nacional (1.554.771 ha) del cultivo -de las cuales 1.433.533 ha son olivar de almazara- y le siguen Castilla la Mancha (15,7%) y Extremadura (10,4%). El resto de regiones suman apenas el 13,7% restante.
Del aumento de superficie entre 2005 y 2012 (127.845 ha) en España, el 95,5% del total se reparte entre Andalucía (52,9%), Extremadura (25,9%) y Castilla la Mancha (17,3%), mientras que Islas Baleares, Comunidad Valenciana y Cataluña son las regiones donde más desciende la cuantía (5.648 ha).
Según revela el estudio, además, el olivar representa en Andalucía el 43,9% de las tierras de cultivo de esta Comunidad; Madrid, a pesar de solo tener el 1,08% de la superficie nacional de olivar, éste representa el 13,7% de su terreno agrícola.
Castilla la Mancha, sin embargo, es la segunda región con más superficie olivarera de España, pero este cultivo solo supone el 11% de su superficie agrícola, destaca el mismo informe.
Entre los casos llamativos, en Jaén el 43,41% de su superficie provincial está ocupada por olivos; en Córdoba, Málaga y Granada, más del 15% y, muy próxima a este último porcentaje está Sevilla.
En la cornisa mediterránea destacan Tarragona y Alicante, con el 11,50% y 5,21%, respectivamente de su superficie ocupada por este cultivo, frente a la cornisa cantábrica y parte de Castilla y León donde la presencia del olivar es "inapreciable".
El olivar es el cultivo con más superficie regada en España y el que más ha aumentado su superficie regada en los últimos años, pero el secano domina aún (1.853.539 ha) frente al regadío (731.025 ha).
El 28,3% de la superficie de olivar nacional ha recibido algún tipo de riego a lo largo de la campaña 2012 y destaca Andalucía: el 78,7% de la superficie regada está en esta Comunidad. En el resto, de zonas geográficas, no se supera el 7% de superficie regada.
Las plantaciones comerciales, es decir, las nuevas plantaciones, las jóvenes y las que están en producción se concentran más en Andalucía, Castilla la Mancha y Extremadura, que albergan el 84,3% del olivar productivo español.
En las tres regiones está el 91% de las plantaciones de primer año, mientras las que se encuentran en estado de abandono adquieren relevancia en Cataluña (29%), Andalucía (18,2%), Castilla la Mancha (17%), Extremadura (11,2%) y Comunidad Valenciana (10,8%).
Las plantaciones "no comerciales" están presentes fundamentalmente en Andalucía (41,3), Extremadura (30,9%) y Comunidad Valenciana (13,3%), mientras que en Castilla la Mancha apenas están presentes con solo el 2,8% de aquéllas. En Andalucía se concentran el 49,9% de las plantaciones jóvenes.
En Galicia, a pesar de ser prácticamente inexistente la superficie de olivar, el 88,2% de sus plantaciones tienen menos de 5 años y, en el País Vasco, el 89,8% de sus plantaciones son "no comerciales", es decir, sin llegar a ser de autoconsumo, no cumplen los requisitos para ser plantaciones cuyo fruto se comercializa.
En Cataluña, el 24,3% de la superficie de olivar está en estado de abandono y en Canarias cerca del 60% del olivar está en plantaciones no comerciales, a pesar de tener más de un 25% de olivares jóvenes, se desprende del mismo estudio.
Entre sus conclusiones, en España el olivar no está aún muy intensificado y, de hecho, solo el 1,4% de la superficie tiene más de 1.000 plantas/ha, el 62,1% de las plantaciones tienen entre 80 y 200 plantas/ha y el estrato más numeroso es el comprendido entre 100 y 200 árboles/ha, con el 35,6 % de la superficie nacional.
Navarra (46%) y La Rioja (25, %) son las comunidades con mayor porcentaje de plantaciones intensificadas, entre 1.000 y 2.000. En la Rioja el 51,5% del olivar tiene una densidad de 200-600 pl/ha y, esta misma densidad, la presenta el 45,2 % de superficie de Islas Baleares, mientras que en las Canarias, el 65,4% del cultivo tiene más de 600 plantas/ha.