David Villagrá / CEO de Rooteco

¿Puede el sector agrícola ser sostenible?

La agricultura sí puede y debe ser sostenible y rentable al mismo tiempo.

La sociedad está cada vez más sensibilizada con la sostenibilidad y con la calidad en su forma de alimentarse. Antiguamente era suficiente con comer, ahora nos preocupamos también por tener una buena comida y por cómo nos llega esa comida, tanto medioambientalmente como en el respeto de los derechos laborales. Por eso, la mejor manera de afrontar estos retos es ayudar al agricultor a que pueda avanzar hacia ese modelo más sostenible, también bajo parámetros de rentabilidad y generación de empleo. No olvidemos que el sector agrícola da trabajo a más de 750.000 personas sólo en España.

¿Actualmente, crees que se lleva a cabo una agricultura sostenible con el medio ambiente o es un sector que tiene mucho trabajo por delante en este sentido?

En la actualidad, la agricultura se enfrenta a un reto sin precedentes: ¿Cómo suministrar alimentos a los 9.000 millones de personas que poblarán el planeta tierra para el año 2050? Esto supone producir un 60% más de lo que se hace en la actualidad. Todo un desafío si además tenemos en cuenta factores como el cambio climático.

Pues bien, la agricultura moderna se enfoca en responder a esta demanda. Para ello emplea tecnología e innovaciones sostenibles destinadas a reducir y optimizar el uso de los recursos naturales.

¿Cómo impactan en el medio ambiente las prácticas agrícolas no sostenibles?

Los efectos adversos de los fertilizantes se deben principalmente al uso excesivo e ineficiente que se hace de ellos, que provoca pérdidas de nutrientes en el medio ambiente y otras consecuencias negativas, como la contaminación del agua potable y la eutrofización de los sistemas de agua dulce y las zonas costeras.

Las prácticas agrícolas inapropiadas también conducen al empobrecimiento del suelo y de la vegetación. Este empobrecimiento supone una pérdida de rentabilidad para la explotación, acelerada por el hecho de que la agricultura es cada vez menos rentable en ciertas áreas, lo que puede conducir al abandono de la tierra. Cuando las explotaciones son abandonadas no suelen recuperar el estado previo, sino que sufren rápidos procesos de erosión y degradación.

Unas prácticas agrícolas inapropiadas impactan en el ambiente debido al uso intensivo de agroquímicos, la contaminación del agua y la aparición de zonas muertas, la degradación del suelo, la producción de desechos y la contaminación genética.

¿Qué prácticas agrícolas se deben de llevar a cabo para ser sostenibles?

La innovación es el mejor aliado de la agricultura del siglo XXI. Es fundamental apostar por políticas de I+D en general, pero en particular lo es en el sector agro. En Rooteco estamos convencidos de que en la próxima década va a haber una revolución en la forma en la que se hace agricultura en el mundo. Hay muchos microorganismos que van a cambiarlo todo. La respuesta está ahí, en la Naturaleza, sólo tenemos que encontrarla.

Se puede conseguir una mayor cantidad de cosecha utilizando el mínimo de recurso de suelo y agua; o disminuir el uso de nitrógeno incrementando la toma natural por parte de las plantas. Estos son retos a los que ya hemos dado respuesta gracias a bioestimulantes y biofertilizantes como los productos derivados de nuestro hongo formador de micorrizas que entre sus muchos beneficios, contribuye a mejorar las propiedades del suelo y aumenta la tolerancia de las plantas a la sequía.

Existen diversos productos de origen biológico que contribuyen al control de las plagas, bien sea por fomentar el crecimiento de la planta, mejorar su sistema inmune o combatir directamente los insectos y otros organismos que afectan al cultivo.

Los bioestimulantes, sustancias de origen biológico, promueven el crecimiento y desarrollo de las plantas, además de mejorar su metabolismo. Esto último hace que las plantas sean más resistentes ante condiciones adversas, como por ejemplo la sequía o las plagas.

También de origen biológico, los biopesticidas son empleados principalmente para el control de plagas en la agricultura.

Los bioelicitores, que estimulan el metabolismo secundario de las plantas el cual está íntimamente relacionado con la protección del cultivo y la productividad.

¿Cómo incentivar las prácticas sostenibles en el sector agrícola?

Se identifican tres estrategias sobre podemos fortalecer esta agricultura sostenible:

a) Primero se deberán reorientar las políticas agrícolas existentes para alentar a los/as pequeños/as agricultores/as a adoptar una agricultura sostenible. Los gobiernos deberían rediseñar sus subsidios y programas de extensión agrícola para enfocarse en los agricultores/as familiares y de pequeña escala e incluir programas educativos, tecnologías, incentivos y otras herramientas necesarias para la transición hacia una agricultura sostenible. Este cambio es caro y requiere una inversión grande. Es particularmente importante explorar la implementación de financiación desde diferentes fuentes.

b) En segundo lugar, se deberán diseñar nuevas políticas para apoyar la transición hacia una agricultura sostenible promoviendo el desarrollo de estrategias nacionales y regionales para apoyar sistemas alimentarios sostenibles, incluidas políticas públicas que promuevan la agricultura sostenible.

c) El último es que se deben fomentar más investigaciones en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y las organizaciones de investigación mundiales para conocer los impactos socioeconómicos y ambientales de la agricultura sostenible y poder difundir buenas prácticas que fortalezcan la agricultura sostenible.

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