“Atravesamos una situación de escasez de agua como hace 15 años que no vivíamos en este país”, afirma el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, quien incide en que hay que «acomodar» el regadío a la disponibilidad hídrica en este escenario de cambio climático. Es decir, disminuir las hectáreas de regadío.

Así lo ha asegurado el secretario de Estado en una conversación telefónica con Efe cuando en distintos puntos del país, como Galicia o Andalucía, se ponen en marcha restricciones para asegurar el abastecimiento hídrico a toda la población; y mientras agricultores andaluces arrancan sus plantaciones porque no hay suficiente agua para riego.

ABOGA POR DISMINUIR LAS HECTÁREAS DE REGADÍO Y RECORTAR LAS CONCESIONES DE EXPLOTACIÓN HÍDRICA

La reserva de agua española no ha dejado de caer en doce semanas y se encuentra ahora al 39,2% de su capacidad total, y eso que todavía quedan «unas cuantas semanas de verano todavía por delante» y que «la situación meteorológica no anticipa que vayamos a tener precipitaciones”, advierte Morán.

“España no es una excepción”, recuerda, pues “Italia desde hace varias semanas tiene en marcha mecanismos de restricción en algunas de sus cuencas, mientras que Francia está autorizando a sus centrales nucleares, como consecuencia de las altas temperaturas, a devolver agua al cauce a más temperatura de la que establecen las restricciones ambientales de su parque nuclear.

En el centro de Europa, por otro lado, ríos que eran navegables “empiezan a no serlo” a causa de la reducción de los niveles de agua, como ha sido el caso, por ejemplo, del Rin, en Alemania, apunta el secretario de Estado.

Así, la sequía “obliga a poner en marcha mecanismos de restricción para otros usos económicos: desde el regadío, que es el que más agua utiliza en este país -por encima del 80% de la totalidad de agua- hasta usos industriales, hidroeléctricos o turísticos”, argumenta.

Sobre el exceso de consumo, Morán reconoce que “en este país hay más derechos de agua que agua disponible”, y recalca la necesidad de “poner en marcha medidas para garantizar el suministro para los usos básicos, fundamentalmente para consumo humano”, recortando, para empezar, las concesiones de explotación hídrica para usos agrícolas y así disminuir las hectáreas de regadío.

CRISIS CLIMÁTICA Y SEQUÍA ESTRUCTURAL

“Tenemos que aprender que es necesario restringir las dotaciones de agua para adaptarnos a un escenario que está siendo especialmente duro” sostiene, sobre todo cuando “todas las proyecciones de cambio climático nos dicen que caminamos hacia ese escenario con carácter estructural”.

“Este país tiene que disminuir las hectáreas de regadío porque empieza a haber problemas para poder garantizar la sostenibilidad del sector”, sentencia, y así “el regadío tiene que acomodarse a la disponibilidad de agua”.

Morán señala que el Gobierno esboza medidas a corto, medio y largo plazo para hacer frente a la sequía y garantizar el suministro.

Por ejemplo, una línea de inversión para evitar el desabastecimiento en poblaciones que corren un mayor riesgo de escasez, como son los pequeños municipios, además de apostar por recursos alternativos, como la desalación o la reutilización de agua en los territorios más vulnerables.

El ministerio ha destinado además una línea de apoyo de 200 millones de euros «para atender la mejora en las redes de abastecimiento”, y evitar fugas, a fin de gestionar mejor el recurso, y ha creado un plan de digitalización para “conocer en tiempo real cuál es la disponibilidad de agua en cada momento y usar esos datos para planificar mejor”.

A largo plazo, subraya que “por primera vez en la historia” la planificación hidrológica invierte la tendencia de incrementar las dotaciones, y ahora contempla una “reducción sustancial” de las disponibilidades de agua para regadío.

HIDROELÉCTRICAS Y TURISMO

Para rebajar la demanda de agua por parte del sector hidroeléctrico, Morán adelanta que el Gobierno está trabajando en una modificación del texto de la Ley de aguas con la que “acomodar la realidad de los usos al escenario de cambio climático”.

En cuanto a los recortes que se puedan aplicar al sector turístico -establecimientos hoteleros y otros “usos lúdicos”-, Morán incide en que no se van a producir en esta temporada turística, pero no descarta que así sea en el futuro.

“Tenemos que replantearnos si realmente todos los derechos tienen detrás un respaldo de disponibilidad de agua suficiente”, arguye, y reitera que, para enfrentar los efectos de la crisis climática, «tenemos que pensar que las concesiones de agua tienen que adaptarse”.

(Texto: Marta Montojo / Efeagro)