Por ello, hace un llamamiento a los responsables del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para que, en el marco de la nueva Política Agraria Común (PAC), desarrolle medidas claras encaminadas a desarrollar este modelo ganadero que es el que “de verdad interesa al país y requiere de apoyo”.
Reclama mayor sensibilidad de este Ministerio, con claras medidas de apoyo a la ganadería extensiva en lugar de “complicar las cosas” con “el coeficiente de admisibilidad de pastos, que puede generar muchos problemas en la aplicación de la PAC”, políticas “más preocupadas por la ganadería intensiva que por la extensiva”.
La coyuntura socioeconómica impulsa su apoyo como antes lo hizo con la intensiva
No obstante, Picardo confía en que “la coyuntura económica y la evolución de la socioeconomía mundial juegan ahora a favor de que recuperemos la ganadería extensiva, como durante los 50 años anteriores jugaron a favor de la ganadería intensiva” y que sirvan de acicate para la economía rural y para proteger el medioambiente.
Picardo resalta convencido que una de las soluciones para poner coto al problema de los fuegos es “recuperar el modelo extensivo” de ganadería que es “esencial y clave para el campo español”, que “está en situación crítica” por falta de rentabilidad.
Sin embargo, puede jugar un papel importante en la prevención de incendios y en la creación de empleo, porque “aunque hoy en día ya nadie quiere ser pastor -es un oficio muy sacrificado- el trabajo se puede adaptar a la actualidad y, en vez de ser sólo una persona la que pastoree, crear un grupo que cuide el ganado por turnos”.
En la naturaleza hay “una oportunidad económica muy grande para mejorar la cuenta de resultados” del entorno rural, ya que existen “unos diez millones de hectáreas ociosas en el monte que pueden ser utilizados como pastos”, destaca.
Recuerda que hace unos 50 años se cambió de modelo ganadero y se apostó por el intensivo, siguiendo las directrices de la FAO y del Banco Mundial.
Recuperar la ganadería extensiva
Esta decisión “permitió recuperar los bosques en España al disminuir la presión pastoral sobre los montes y al cambiar la forma de abastecimiento energético a los hogares y a la industria, de la leña al petróleo”.
Hoy en día España es el segundo país con mayor crecimiento de bosques en el mundo, pero “se ha perdido el control sobre la vegetación por el abandono de la ganadería extensiva”, lo que ha provocado un crecimiento arbustivo descontrolado.
Además, este ingeniero forestal se lamenta de la pérdida de razas ganaderas autóctonas (en vacuno, porcino, ovino y caprino), así como de oficios tradicionales ligados a la producción extensiva como los vaqueros o los ovejeros trashumantes.
Picardo asegura que “se controlarían mejor los incendios y disminuiría el número de igniciones” si se recupera la ganadería extensiva, si “contamos con un buen ejército de pastores”, que, recalca, no sólo sería eficaz en la prevención, sino también en la creación de puestos de trabajo en el mundo rural.
(Foto: J. Benet/Efe)