Este crecimiento, en un contexto económico particularmente complicado, con una caída del PIB español de un 1,3% y una situación financiera muy tensa, y con la incertidumbre de ser el primer año en el que todas las líneas de seguro agrícolas ya se gestionaban a través de un nuevo sistema, denominado ‘Seguro Creciente’, pone de manifiesto la mejora que el mismo ha supuesto para los seguros agrarios, cada vez más cerca de las necesidades de los agricultores y ganaderos.   

    Por sectores, los crecimientos en primas más significativos se registran en aquellos que cuentan con mayor peso en el volumen de negocio, como el sector de frutales, que aumentó sus primas en un 24% con respecto a 2011, y el de uva de vino, que lo hizo en un 18%. Aunque en menor medida, también destaca el crecimiento en primas de los seguros de cítricos y herbáceos, un 8% y un 3% respectivamente.

   Pero es en el apartado de la siniestralidad donde destaca de manera más significativa el ejercicio 2012, alcanzando los 800,25 millones de €, una cifra que es récord histórico absoluto como consecuencia de la particularmente adversa meteorología del año. Entre los más relevantes fenómenos climáticos registrados destacan las olas de frío del mes de febrero, que ocasionaron importantes daños en cítricos, frutas y hortalizas, especialmente en Valencia, Murcia y Andalucía, con unas indemnizaciones superiores a 150 millones de €; una escasez de lluvia que se prolongó prácticamente a lo largo de todo 2012 y que generó una situación de sequía generalizada que afectó sobre todo a los cultivos herbáceos extensivos, el olivar y los pastos, con un total de indemnizaciones por encima de los 210 millones de €; violentas tormentas de pedrisco que comenzaron a registrarse desde el principio de la primavera, como las ocurridas en la provincia de Lleida y la comunidad autónoma de Aragón, con daños, sobre todo, en la producción de frutales y un coste cercano a los 70 millones; y por último, el fenómeno de “gota fría” que experimentamos a finales de septiembre en las comunidades autónomas de Murcia, Valencia y Andalucía, con algunas hortalizas de invierno, cítricos, caqui y uva de mesa como cultivos más afectados.

   En total, el año cerró con 1.076.434 siniestros declarados, de los que 826.175 corresponden a servicios de retirada y destrucción de animales muertos en la explotación, 122.618 a los seguros de ganado y 127.641 a los seguros agrícolas, cifra esta última que representa un 34% más que la del ejercicio precedente.

   Como consecuencia de todo lo anterior, en el ejercicio 2012 fue necesario aplicar la totalidad de la Reserva de Estabilización correspondiente a las líneas de seguro más afectadas, las denominadas “experimentales”, por importe de casi 27 millones de €, quedando constituida al cierre del ejercicio en 65,30 millones de euros.

   Ante un año como el 2012, marcado por una situación económica difícil y una tan elevada siniestralidad en el seguro agrario, Agroseguro ha sabido responder ante agricultores y ganaderos con la profesionalidad que demuestra año tras año, y con la solvencia que le ha permitido realizar el pago de las indemnizaciones a los asegurados con siniestro en un plazo no superior a 50 días.


 

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