La ausencia de lluvias durante esta primavera ha hecho mella en el cultivo del algodón y de los herbáceos en el Bajo Guadalquivir, una sequía meteorológica que perdura en el suroeste español y que ha propiciado que se utilice cada año más la «siembra en seco» del arroz en zonas agrícolas de Badajoz.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en su último informe sobre la evolución de las precipitaciones en España, difundido el pasado 10 de junio, indica que el valor medio nacional de las lluvias acumuladas ha bajado un 9 % desde que comenzó el año hidrológico el 1 de octubre de 2020.
Las cantidades acumuladas son bajas en el tercio sur -salvo en las provincias de Granada y Almería-, explica la Aemet, que destaca que las precipitaciones en las provincias de Córdoba y Jaén, junto con las de las zonas límites entre Cádiz y Sevilla, se encuentran al 75% de sus valores normales.
A día de hoy, las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir son las que tienen menos reservas de agua embalsada -están al 39,3 % y al 39,2 % de su capacidad, respectivamente-, por debajo de otras como las levantinas del Segura (49,2 %) y Júcar (61,7 %).
El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, tiene claro que la sequía meteorológica -que no hidráulica, gracias al agua de los embalses- es un «problema endémico» en la cabecera del Guadiana y en la desembocadura del Guadalquivir, ya que se produce desde hace años.
«La situación actual demuestra la importancia de las obras de regulación, porque en esas zonas ya se está regando gracias al agua embalsada de años anteriores», explica a Efeagro antes de apuntar que con el cambio climático la situación se agravará porque habrá más lluvias torrenciales y periodos de sequía más amplios.
Tras una cosecha récord de cereales en España el año pasado, los mayoristas agrupados en la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe) han pronosticado esta semana una producción de 18,35 millones de toneladas, un 18,35 % inferior a la de 2020 aunque un 39 % superior a la de 2019.
El responsable sectorial de arroz de Cooperativas Agro-alimentarias, Félix Liviano, coincide con la estimación de Accoe -que no incluye el maíz- y pone como ejemplo que esta campaña la producción de herbáceos de secano del occidente andaluz, principalmente de trigo, cebada y avena, va a retroceder un 20 % por la falta de lluvia.
EN EXTREMADURA, EXISTE UNA CRECIENTE APUESTA DESDE HACE MÁS DE CINCO AÑOS POR LA SIEMBRA EN SECO DEL ARROZ
En la provincia de Badajoz, prevé también un recorte del 20 % en los campos de cebada y trigo de la Campiña Sur y del 15 % en la zona de Don Benito.
En cuanto al arroz en el Bajo Guadalquivir, calcula que este año se ha cultivado un 50 % menos de superficie por el déficit de lluvias en una zona en la que no hay cultivos alternativos.
En Extremadura, existe una creciente apuesta desde hace más de cinco años por la siembra en seco o directa del arroz, como la de un cereal, en un terreno que luego se inunda un mes o mes y medio después para reducir la factura hídrica, según Liviano.
«La producción de arroz estará de nuevo condicionada esta campaña por la disponibilidad del agua, un bien escaso del que ya han empezado las primeras restricciones en Badajoz», comenta.
En Sevilla, el secretario de COAG en esta provincia, Ramón García, lamenta que mucha superficie destinada al cultivo de algodón se ha quedado en barbecho, y en las que se ha plantado, los rendimientos no van superar los 1.500 kilos/hectárea «porque no hay agua», frente a los 4.000 kilos/hectárea que se cosechan de media.
García también cifra en un 50 % la caída de la producción sevillana al aire libre de tomate de industria y en un 46 % la de pimiento por la escasez de lluvias.