GOBIERNO DE LA RIOJA.-La Consejería de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial señalizará los árboles singulares de La Rioja gracias a un proyecto que pretende acercar las especies más emblemáticas de la región a los ciudadanos con el objetivo de que perciban la importancia de este valioso patrimonio natural y se involucren en su conservación.

La Rioja cuenta con 60 árboles y arboledas incluídos en el Inventario de Árboles Singulares de La Rioja y pertenecientes a 37 especies diferentes. De estas especies, 22 son propias de las formaciones vegetales de La Rioja (hayedos, robledales, encinares, riberas, etcétera) y las 15 restantes son exóticas, es decir, árboles frutales en desuso cultivados en antiguos terrenos agrícolas o árboles ornamentales de las plazas y zonas ajardinadas de los municipios riojanos.

Las labores de señalización comenzaron la pasada semana y se pretende llegar a la mayoría de árboles y arboledas singulares, excepto los de difícil acceso. Hasta la fecha se han señalizado los árboles de Nájera, Uruñuela, Tricio, La Grajera de Logroño y Grañón.

La señalización se efectúa mediante la colocación de un hito metálico en los alrededores de los ejemplares con información sobre las principales características del árbol protegido: nombre, edad, singularidad. En los casos de árboles con dificultades de localización, se procederá también a la colocación de balizas en puntos estratégicos y a la señalización y acondicionamiento de un sendero de acceso.

Una parte de los árboles que se identificarán se encuentran situados dentro del espacio natural protegido ‘Sierras de Demanda, Urbión, Cebollera y Cameros’, como Zona Especial de Conservación de Importancia Comunitaria (ZECIC) perteneciente a la red ecológica europea ‘Natura 2000’. La ejecución de este proyecto es compatible con los objetivos de conservación de los espacios naturales de la Red Natura 2000 y no generará repercusiones de importancia ni afecciones significativas sobre los valores naturales de las zonas afectadas.

La actuación se llevará a cabo en dos años y cuenta con un presupuesto de 37.336,98 euros, financiado con cargo a los presupuestos del Gobierno de La Rioja y con aportación de los fondos FEADER.

Este proyecto de señalización se une a la ‘Guía de Árboles Singulares de La Rioja’ que el Gobierno de La Rioja editó en el año 2009 con información del Inventario de Árboles Singulares de La Rioja ampliada con datos de interés sobre la biogeografía, historia y localización de los ejemplares.

Curiosidades de los árboles singulares
La mayoría de los árboles singulares sobresalen por su tamaño fuera de lo común, elevada edad, belleza, rareza, valores históricos o populares, importancia paisajística u ornamental y, en la mayoría de los casos, por varias razones a la vez.

La tipología de los lugares donde se sitúan es muy variada, desde el ámbito estrictamente urbano como plazas y jardines, hasta el ámbito forestal en lugares de difícil acceso, pasando por entornos agrícolas.

El plátano de Torremontalbo, con sus 43 metros, es el árbol más alto de La Rioja y le siguen los chopos lombardos de la arboleda de la fuente Los Linares, en San Román, tres magníficos ejemplares que sobrepasan los 30 metros de altura.
Por especies, en la clasificación de los ejemplares más altos, el puesto de cabeza es el haya. De los diez árboles singulares más altos de La Rioja, tres pertenecen a esta especie: el haya de Ortigosa, un ejemplar de más de 400 años con 28 metros de altura; el haya de los pastores de Ezcaray, que alcanza 26,5 metros, y también con esa misma altura figura el haya de Los Carrias, en San Millán de la Cogolla.

El milenario Tejo de Anguiano es el árbol singular más longevo de La Rioja y los olivos de Sojuela tienen el perímetro de tronco más grueso con 7,50 metros.

Ezcaray, Anguiano y Villoslada de Cameros son las localidades riojanas con mayor número de árboles singulares en su territorio. En Ezcaray se contabilizan cuatro árboles singulares: la arboleda del Sur (formación que incluye 136 ejemplares de castaño de indias), el cedro del Palacio Azucárate, el haya de los Pastores y el fresno de Gusaila. En Anguiano se encuentran tres: el castaño de la Nisia, el haya Torcida y el tejo de Anguiano, mientras que Villoslada de Cameros, en pleno Parque Natural Sierra de Cebollera, cuenta también tres árboles singulares: el abedul de la dehesa del Rebollar, el negral de la Irruz y el pino candelabro.
Los tejos del Urbión son los árboles singulares que crecen a mayor altura, a 1.600 metros, seguidos del pino candelabro de Villoslada de Cameros, que lo hace a 1.586 metros.
Los árboles singulares y su protección
En la actualidad, los árboles singulares están protegidos por la legislación riojana. La primera normativa autonómica que hizo referencia específica a estos ejemplares fue la Ley 2/1995, de 10 de febrero, de Protección y Desarrollo del Patrimonio Forestal de La Rioja, que contempla la figura legal de árbol singular y, unos años más tarde, el Decreto 114/2003, de 30 de octubre, que la desarrolla.
Los árboles singulares se definen como “todo aquel ejemplar arbóreo o agrupación de árboles que se considere excepcional por su belleza, tamaño, vinculación a un monumento o paisaje, especie o por cualquier otra circunstancia que lo aconseje”.
La declaración de árbol singular se realiza por orden de la Consejería de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial y en el procedimiento se debe dar audiencia al propietario del árbol y a la entidad local donde radiquen.
Todos los árboles que se declaren singulares se incluyen automáticamente en el Inventario de Árboles Singulares de La Rioja, que es un registro administrativo de carácter abierto.

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