El Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, inicia hoy viernes 28 de octubre los pagos de las solicitudes de ayudas PAC de la campaña 2022 con un desembolso a de 15,24 millones de euros a 4.255 beneficiarios. Este pago se corresponde con un anticipo del 70 por ciento de las líneas de ayuda que se denominan desacopladas de la producción e incluye la ayuda de pago básico, pago verde, complemento de pago a jóvenes agricultores y el régimen de pequeños agricultores.
Se mantiene el porcentaje de anticipo de años anteriores del 70 por ciento para todas las ayudas y el pago alcanza al 89,57 por ciento de los solicitantes. Estos anticipos tienen por objetivo contribuir a dotar de liquidez a las explotaciones.
El 70 por ciento del pago anticipado se distribuye del siguiente modo. El pago básico suma 9,72 millones de euros. El pago verde alcanza un importe de 5,04 millones de euros. El pago a jóvenes supone 175.664 euros. Y el pago al régimen de pequeños agricultores será de 268.076 euros.
EN DICIEMBRE SE PAGARÁ HASTA EL 90 O 95 POR CIENTO DE TODAS LAS AYUDAS
Asimismo, el viernes 4 de noviembre está previsto el pago de las ayudas asociadas por superficies de remolacha azucarera por un importe de 363.745 euros; cultivos proteicos por valor de 137.277 euros; frutos de cáscara por un total de 56.180 euros; ovino y caprino de derechos especiales por una suma de 83.679 euros y las ayudas ganaderas de derechos especiales y vacuno de leche por una cuantía de 153.210 euros.
En diciembre se pagará hasta el 90 o 95 por ciento de todas solicitudes de ayudas de la PAC. En este pago se incluirá la diferencia en el porcentaje que establezca el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a los que ya han cobrado el anticipo.
Esta es la última campaña de la PAC del periodo actual de programación, ante la entrada en vigor en enero próximo de la nueva PAC 2023-2027 que supone una reforma para orientarla a la obtención de resultados vinculados a tres objetivos generales: fomentar un sector agrícola inteligente, competitivo, resiliente y diversificado que garantice la seguridad alimentaria a largo plazo; apoyar y reforzar la protección del medio ambiente y fortalecer el tejido socioeconómico de las zonas rurales.