EFE.- Desde hace diez días los pueblos de la ribera alta del Ebro tienen sumergidas bajo las aguas 9.200 hectáreas de cultivos debido a dos crecidas sucesivas del río, de carácter ordinario, pero que, según puso ayer de manifiesto el portavoz de la plataforma de afectados por las riadas, Antonio Manero, ha causado los mismos daños que si hubiesen sido extraordinarias.

Durante estos días algunos municipios como Novillas o Boquiñeni han estado al límite del desalojo debido a la altura que ha alcanzado el Ebro en algunos de ellos, por lo que, según Manero, si al riada llegado a los 4.000 metros cúbicos por segundo de 1961 en lugar de los 2.000, "hubiera arrasado pueblos y cultivos".

El cereal de invierno: trigo y cebada y cultivos de brócoli, coliflor, habas, alcachofas y forrajes se han perdido y habrá que esperar a la primavera a ver cómo responden los frutales y la alfalfa, por lo que las primeras estimaciones del sindicato agrario UAGA cifran los daños en 15 millones de euros.

Todo ello, según han coincidido en resaltar los alcaldes de los municipios afectados y los sindicatos agrarios UAGA, Asaja, Araga y UPA, debido a la falta de limpieza del cauce.

"Llevamos años que no nos hacen caso pero parece que hay mejor voluntad", reconoció Antonio Manero, quien no obstante, exige que las manifestaciones de los responsables de las distintas administraciones como CHE o Gobierno de Aragón no se queden en voluntad, sino que se plasme en hechos y se limpie el río "más rápido y pronto".

Manero también respondió a "los expertos" que desaconsejan el dragado del cauce porque "no viven al lado del Ebro y no ven el peligro" y ha insistido en que es algo que "se ha hecho toda la vida y que se tiene que seguir haciendo".

Y es que, según manifestó a Efe la alcaldesa de Pina de Ebro, María Teresa Martínez, de "poco" van a servir las infraestructuras que ha construido la CHE en este municipio para controlar las inundaciones a partir de 2.000 m3/sg si ya se han tenido que utilizar con 1.800, porque si no se limpia el cauce "llegará un momento que no servirán".

La construcción de estas defensas y las inundaciones en la ribera alta han evitado que las últimas crecidas afectaran a los pueblos aguas abajo del Ebro, sin embargo, la última avenida, con 1.860 m3/sg ha alcanzado los 4,80 metros de altura y ha inundado parte de la huerta de Pina y producido filtraciones en algunos puntos del caso urbano.

UAGA, como ha puesto de manifiesto su secretario general, José Manuel Penella, ante los cientos de congregados ante la CHE, considera necesario una solución "integral, de arriba a abajo" y una regulación del Ebro y sus afluentes porque, ha recordado, la primera opción de los embalses es precisamente la laminación de avenidas.

Pero también quieren ser como la capital aragonesa, que, según resaltó otro alcalde, "ha usurpado mucho terreno al río" y se ha protegido con diques y "nosotros queremos ser igual", ha exigido.

Los agricultores piden un fondo para la limpieza del Ebro y advierten de las consecuencias que tendría la pérdida de la huerta ribereña, una, dicen, "de las mejores de España" y de las que se abastece Zaragoza que, como ha augurado Manero, "tendría que comer peor".

"Menos promesas y más hechos. Defendemos nuestros derechos. ¡Dragado ya!", "Boquiñeni necesita ya menos excusas, cauce seguro", "En Pina además se inunda el pueblo", han sido algunos de los lemas que se podían leer en las pancartas que han portado los manifestantes, quienes también han proferido eslóganes como "A ver que pasa si nos quedamos sin casa", "ea, ea ea el río se nos lleva" o "¡limpieza ya!".

Entre los asistentes se encontraban los alcaldes de Novillas, Utebo, Pradilla, Torres de Berrellén y Pina, así como todos los secretarios generales de los sindicatos agrarios, agricultores y vecinos de todos los municipios afectados por las crecidas del Ebro.

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