En una entrevista concedida a Julio Díaz de Alda en www.elcorreo.com, el responsable de la CE asegura que "el Gobierno tenía muy claros los objetivos de la negociación, que eran que la nueva PAC implicara muy pocas nuevas obligaciones o condicionantes para el Estado. Y lo ha conseguido. Ha logrado que durante siete años la nueva PAC no represente ninguna asignatura pendiente. Esos siete años, que los hemos comprado, los podremos ganar si nos ponemos las pilas. Es decir, si avanzamos en un proceso de una agricultura más respetuosa con el medio ambiente y con productos de calidad. Pero los habremos perdido si seguimos haciendo lo mismo".

"Si compras leche a 45 céntimos, estás bebiendo leche de ganadero"

    A este respecto, destaca que "hay un ejemplo que es paradigmático. Alguien ha secuestrado las vacas lecheras. No hay una sola vaca en los prados, están todas estabuladas. La ventaja comparativa que tiene el norte de España es la hierba, pues para hacer leche con soja brasileña y maíz ucraniano seguro que hay gente más competente que nosotros. Tenemos que movilizar nuestras ventajas competitivas. La culpa no es del ganadero, que ha hecho lo que ha podido para sobrevivir. El modelo de producción que hemos tenido en los últimos años nos está llevando a un callejon sin salida, y además en un mercado como la leche, que va a estar más liberalizado cada día y sin cuotas".

     Manteniendo este símil ganadero y hablando de las cuestiones que estarán sobre la mesa en la discusión de la futura PAC, Azcárate insiste en que "una de las cosas en que las que tenemos que trabajar ya es la mejora y el equilibrio de la cadena alimentaria. ¿Cómo conseguir creación de valor y que este valor se distribuya de una manera justa? Si compras leche UHT a 45 céntimos el litro, estás bebiendo sangre de ganadero. En el caso de Euskadi, sangre de baserritarra. La cadena ha destruido valor. El industrial no gana, el comercial no gana y, evidentemente, el agricultor pierde. No salen las cuentas. No hace falta llamar a la lucha de clases del comprador frente al productor. Se trata de crear valor y de que se distribuya, pero nunca mediante una intervención del Estado sino con una negociación entre partes equilibradas".

En el tema del agricultor activo, "hacemos lo que podemos con lo que tenemos"

      Preguntado sobre la controversia creada con la figura del agricultor activo y la imposición impuesta por la propia CE al proyecto presentado por España, afirma que "hacemos lo que podemos con lo que tenemos, con lo que la solución es una solución bastarda. Queremos que la ayuda llegue a los agricultores activos, pero también que esté en la caja verde de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y no ligada a la producción. Al final, lo que hemos decidido entre Bruselas y Madrid es una regla general que dice que las ayudas van al agricultor activo, al productor, pero hay una excepción que permite recuperar a una parte siempre y cuando se realicen actividades importantes para mantener el campo".

     Finalmente, respecto al pago verde, que será otra de las cuestiones básicas que se modificarán en la próxima PAC, el consejero de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, insiste en que "hay un principio que ya se está imponiendo y es el de ‘dinero público para bienes públicos’. Un ejemplo. El 40% de la producción comunitaria depende de las abejas, son un bien común. Para mantener estos insectos tiene que haber tierra para polinizar todo el año. Si tenemos monocultivos tendremos mucha floración cuando le toque a la colza o al cereal, ¿y el resto del año qué hacen las abejas? En esta reforma estamos impulsando que los agricultores con un cierto tamaño tengan que tener tres cultivos. No lo hacemos por complicar la vida a la gente, sino porque el dinero público tiene que ir a producir bienes públicos. La próxima reforma irá por aquí".

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