La crisis económica que nos espera a todos es una realidad, pero más cuando se ve que Mercadona redujo su beneficio un 95% en marzo respecto al mismo mes del año anterior, pese a aumentar las ventas un 14%, debido al aumento de sus costes, que se dispararon por la adopción de medidas excepcionales en el marco de la crisis provocada por la COVID-19.
Así lo han apuntado fuentes de la compañía este martes a Efeagro, que han calculado que sus costes se incrementaron en un 25 %, hasta suponer un gasto extraordinario de 100 millones de euros.
Parte de esta inversión ha ido dirigida a ampliar las medidas de seguridad para clientes y empleados, con la compra de guantes, mascarillas, gel desinfectante, gafas protectoras y mamparas en la sección de cajas.
Además, reforzó su plantilla con la contratación de 600 trabajadores -en total, la compañía emplea a cerca de 90.000 personas- y concedió una prima del 20 % sobre su sueldo habitual, con un impacto en las cuentas de 44 millones de euros, de acuerdo con sus estimaciones.
La empresa ha optado por hacer uso de agentes de seguridad privada para ayudar al control del aforo en sus tiendas -que fue limitado para evitar aglomeraciones- y contrató más transportistas para garantizar el abastecimiento de sus 1.600 establecimientos, con el consiguiente alza de los costes logísticos.
Desde Mercadona han recordado que priorizaron la reposición en las tiendas de los productos más básicos e incluso han cerrado secciones como la de comida para llevar o el jamón al corte, lo que ha afectado a su margen de beneficio.
Han destacado que contribuyeron a ayudar a sus proveedores inyectando liquidez a través de una ampliación de las líneas de «confirming» hasta 2.100 millones de euros, con el propósito de que estas empresas puedan cobrar sus facturas al momento y mantener el empleo.
Desde la firma han recordado que también han incrementado las donaciones de alimentos y las colaboraciones con comedores y entidades sociales, dada la situación de crisis por el coronavirus.