El Copa y la Cogeca han lanzado una advertencia en contra de los planes de la Comisión de la UE de reducir progresivamente los biocombustibles convencionales después de 2020 durante una cena debate organizada por la Alianza Europea de las oleaginosas en el Parlamento Europeo esta misma semana.
Son vitales para reducir el déficit de proteínas de la UE para fines de alimentación del ganado, para descarbonizar el sector de los transportes y para ayudar a los países a alcanzar los objetivos climáticos.
CREEN QUE retirarles los ingresos adicionales que les reporta la producción de biodiesel sería otro duro golpe para LOS AGRICULTORES
Durante su intervención en el debate, el presidente del grupo de trabajo «Oleaginosas» del Copa y de la Cogeca, Arnaud Rousseau, ha declarado estar «muy preocupado por la propuesta de la Comisión de la UE de reducir progresivamente los biocombustibles convencionales sostenibles incluidos en la Estrategia de la UE sobre la movilidad de bajas emisiones. Los agricultores están afrontando ya retos excepcionales y retirarles los ingresos adicionales que les reporta la producción de biodiesel sería otro duro golpe para ellos y la economía en general. La salida del biodiesel contribuye igualmente a reducir la volatilidad del precio de las oleaginosas, a la vez que se protege la biodiversidad».
«Los biocombustibles no sólo ayudan a descarbonizar el sector de los transportes y a ayudar a los países a alcanzar los objetivos del clima, sino que también equilibran el mercado de las materias primas y aseguran un buen suministro de piensos, ya que sólo una fracción de la colza o del trigo se usa para producir biodiesel o bioetanol», ha declarado el Secretario general del Copa y de la Cogeca, Pekka Pesonen.
El resto es un subproducto rico en proteínas que se usa para pienso. Por cada litro de bioetanol que se produce, se produce de 1 a 1.2kg de materia proteaginosa, y el 60% de las semillas de colza se transforman en harina. Esta es una forma eficaz de producir proteínas vegetales para pienso y para la economía. La UE está importando ya el 70% de sus necesidades de tortas de soja al coste de 12.000 millones de euros al año. Además de formar parte de la bioeconomía, mediante el uso de los biocombustibles se apuntala el crecimiento económico y la creación de empleo en las zonas rurales de la UE.
La Comisión pretende suprimir progresivamente los biocombustibles convencionales de la UE, por los supuestos efectos indirectos de las emisiones de dióxido de carbono causadas por la deforestación y la conversión de las turberas de los países no miembros de la UE. Lo cual es del todo inaceptable. Los agricultores europeos no tienen por qué cargar con este problema».
«La UE debe fomentar la introducción de una legislación ambiental efectiva que permita impedir esos cambios en el uso de la tierra», ha concluido el Secretario general del Copa y de la Cogeca, Pekka Pesonen.
El acto se ha celebrado igualmente en el marco de la reforma de la directiva relativa a la energía renovable en la UE, que se espera para finales de año.