Según precisa el informe, Canadá ha reconocido la Denominación de Origen (DO) de Jerez-Xérés-Sherry y, a partir del 31 de diciembre de 2012, deberán desaparecer del mercado todos los vinos que traten de imitar o confundir al consumidor utilizando la palabra "Sherry".
En concreto, Canadá importó en 2011 un total de 330.285 litros de vinos de Jerez -un 12,09 % menos respecto al año anterior-, lo que le sitúa como el octavo país para este sector andaluz.
Según datos de Statistics Canada, las provincias de Ontario, Québec, Columbia Británica y Alberta son las mayores importadoras de vino "Sherry Style", al sumar entre ellas casi el 90 %.
Por su parte, también descendieron las ventas a Holanda (-14,2 %) o Alemania (-19 %) en 2011, mientras que se dispararon a Francia, con una variación interanual de +79,6 % (1.017.921 litros). En total, la comercialización mundial en ese ejercicio alcanzó 30,21 millones de litros, un 10,46 % menos.
Los tipos de Jerez con mayor acogida en Canadá fueron los vinos Cream y Medium -con una representación del 57,1 % y 22,6 %, respectivamente-, mientras que el menos vendido es el vino manzanilla, con tan solo un 0,9 %.
Respecto a las oportunidades que ofrece el mercado canadiense, el estudio recuerda que el etiquetado y la presentación "son extremadamente importantes", no solo por el lado estético, sino por la información que reflejan en cuanto a varietales y origen.
De hecho, el 52 % de los canadienses basaría su decisión de compra en función del atractivo del envase del producto, añade.
"En el mercado canadiense la decisión de compra se realiza más por la variedad de uva que por la D.O., lo que supone una dificultad añadida para los vinos españoles cuyas variedades son poco conocidas e incluso difíciles de pronunciar", aclara.
El estudio resalta que la promoción de los operadores españoles ha dado sus frutos y la imagen de sus vinos para el gran público ya no se vincula a producto "barato", sino a caldos "que forman parte de los listados de especialidades o listado general en las tiendas de los monopolios, donde aparecen las marcas de mayor precio y calidad".
Sobre las peculiaridades de Canadá, el estudio resalta que, en la práctica, no se trata de un único mercado sino de 13 diferentes, uno por cada provincia o territorio, como consecuencia del control total del mercado que ejercen los "Liquor Boards" (monopolios) que pueden introducir problemas de "discrecionalidad, subjetividad y falta de transparencia en su política de compras".