La producción de miel clara extremeña de primavera ha caído un 60 por ciento en relación a lo que supone una campaña normal debido principalmente a los condicionantes climatológicos, aun que el pasado año las previsiones ya hablabana de un 80% menos.. El responsable de Apicultura de Asaja Extremadura, Paulino Marcos, ha manifestado a Efeagro que este mes ha sido más fresco de lo habitual, lo que no es “negativo” para la campaña en general (pues las colmenas han ido “en condiciones óptimas” a la actual trashumancia) pero sí ha reducido la producción de primavera.
Según ha expresado, con temperaturas más bajas y con un tiempo más húmedo de la habitual la colmena se dedica mucho más a reponer abejas, por lo que el apicultor deben poner más las miras de cara a la trashumancia (las mieles oscuras de septiembre).
En este sentido, durante la campaña de la miel clara extremeña de primavera se han recogido de las colmenas en torno a cinco kilos por cada una de ellas, cuando lo habitual son unos 12 kilos.
LAS NORMATIVAS MÁS EXIGENTES EN CASTILLA Y LEON FRENA LA COLOCACIÓN DE NUEVAS COLMENAS
Las mieles extremeñas de primavera son de cantueso, viborera, retama (esta campaña en menor cantidad pues esta planta utiliza un año principalmente para crecer, como ha sido el actual, y otro para florecer) y eucalipto (en menor medida). El sector pone sus miras ahora en la trashumancia a tierras como Castilla y León, aunque “preocupa” las “trabas” que algunos municipios de esta comunidad ponen a la instalación de las colmenas extremeñas.
Marcos ha apuntado que el problema se ha agravado un año más, pues a agricultores extremeños que llevan “tres décadas” en el mismo término municipal se les impide ahora instalarse debido a normativas que pese a ser recurridas vuelven a implantarse.
El sector autonómico quiere una normativa que resuelva esta cuestión a nivel nacional, más si se tiene en cuenta que los apicultores castellanoleoneses no encuentran problema alguno cuando instalan sus colmenas en Extremadura.
Aunque hay buenas perspectivas respecto a la producción de mieles oscuras, ésta dependerá no obstante de la evolución climatológica del verano, pues el invierno y la primavera apuntaban a una buena campaña en la miel clara y junio ha cambiado esas perspectivas iniciales.
Todas estas situaciones demuestran la repercusión que tiene en el sector el cambio climático y la incidencia de éste en las temperaturas y en las lluvias, pues provoca que los tradicionales escenarios del clima según la estación sean ahora muy cambiantes.