Y es que es precisamente esta variedad, la naranja, la principal en la producción citrícola onubense, ya que de las 480.000 toneladas el 60 por ciento son de ese producto, es decir en torno a unas 260.000 toneladas; la segunda variedad en producción es la mandarina con 220.000 toneladas.

     El comportamiento de ésta última no ha sido, sin embargo, como el de la naranja, que ha mantenido precios buenos y, en determinados momentos, incluso mejores que en la pasada campaña.

     Una tendencia que se viene observando desde hace años y que está motivando que los agricultores estén optando por extender cada vez más este cultivo en la provincia.

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