La variedad autóctona de Castilla-La Mancha y la más extendida es la Cornicabra, seguida de la Picual y la Arbequina, aunque también hay otras variedades más minoritarias.

    La entidad cooperativa cuenta en Castilla-La Mancha con 73 almazaras asociadas que representan a más de 27.000 olivicultores y arrojan una facturación de 112 millones de euros.

    Castilla-La Mancha ocupa el segundo lugar a nivel nacional por detrás de Andalucía en cuanto a producción de aceite de oliva virgen, con un porcentaje aproximado del 7 por ciento de la producción nacional y el 3 por ciento de la producción mundial.

    El potencial productivo medio en la región puede situarse en las 90.000 toneladas de aceite de oliva virgen.

    El olivar en la comunidad autónoma ocupa una superficie de alrededor de 400.000 hectáreas sobre un total de 4.055.000 hectáreas de tierras de cultivo, el 10 por ciento del total de terrenos agrícolas con que cuenta la región, y aglutina el 14 por ciento del total de olivar nacional.

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