La consejera ha explicado que el olivar, “la base del sector oleícola y su seña de identidad”, es uno de los sistemas de cultivo más representativo de la región cuya importancia se muestra en que “conforma y define el paisaje” de gran parte de Andalucía (ocupa 1,5 millones de hectáreas) y que “es uno de los sectores con más peso en nuestra economía”.

El 80% de lo que se produce en España y el 35% del mundo

     La producción de aceite de oliva y aceituna de mesa (425.000 toneladas) suponen el 30% de la Producción de la Rama Agraria andaluza. En el caso concreto del aceite de oliva, la región produce más del 80% del total español y más del 35% del mundial, siendo además el producto andaluz más exportado. En concreto, el balance comercial de este sector supera los mil millones de euros, 400 millones relativos a la comercialización de aceitunas preparadas.

     Víboras ha definido también el sector oleícola como “un elemento decisivo en la fijación de la población al medio rural” por su función generadora de empleo, con un promedio de 19 millones de jornales al año y 23 millones de jornales en la actual campaña, concentrando casi el 40% de la mano de obra del sector agrícola y ganadero. Asimismo, destaca por su amplio tejido empresarial asociado, ya que en la industria andaluza asociada a este ámbito participan 1.800 entidades que operan en alguna fase del proceso -almazaras, extractoras de orujo, refinerías, envasadoras e industrias de aderezo, entre otras-.

    A éstas se suman además actividades desarrolladas en torno a las necesidades del olivar como, por ejemplo, producción de material vegetal, fábricas de fertilizantes o empresas de servicios. Así, como ha explicado la consejera, “el amplísimo conglomerado empresarial” relacionado con el olivar andaluz concentra el 15% del empleo generado por la agroindustria de la Comunidad Autónoma.

    Además, el sector genera otros bienes de tipo ambiental que son “esenciales para la preservación de nuestros recursos naturales” tal y como ha señalado Elena Víboras en referencia a la función de estos árboles “frenando la erosión en las pendientes” y “su papel contra el cambio climático” al absorber CO2 y contar con potencial para generar energías renovables.

Retos del sector oleícola

     Andalucía es “líder indiscutible en producción” y “esto es bueno pero no es suficiente”, ha declarado la consejera, que afirma que “ser los que más producimos no nos convierte en líderes absolutos”. “Nuestros productores y transformadores tienen una posición de clara desventaja frente a la distribución” y “es absolutamente imprescindible actuar en esta dirección”, ha recalcado a los parlamentarios.

     Víboras ha apuntado como el principal reto del sector oleícola andaluz alcanzar el liderazgo en la cadena de valor y en los mercados para contar en éstos con una posición “equivalente a la que ocupa en la base productiva”. Para lograr este objetivo ha señalado como cuestiones principales “seguir ganado en competitividad” a través de la calidad, con el fin de mantener la posición de Andalucía en el ámbito de la producción y hacer frente a la oferta creciente de otros países; y trabajar en la construcción de los precios, donde se debe luchar contra la banalización de “nuestro oro líquido” que suponen los precios reclamo.

    En este ámbito, la consejera ha lamentado que la Unión Europea haya “dejado pasar una interesante oportunidad al no establecer medidas de mercado realmente eficaces en la reciente reforma de la PAC”. Como ejemplo se ha referido al hecho de que, pese a las “continuas demandas” de Andalucía, el umbral de precios para activar el almacenamiento privado “continúa sin actualizarse”.

    Por otro lado, Elena Víboras ha calificado como una ventaja del nuevo marco de regulación europeo que se dote de más poder a las organizaciones de productores, y, dado este contexto, ha animado a los andaluces a apostar por la concentración de la oferta. “Es imprescindible ganar músculo frente a la distribución”, ha recalcado.

 

    La consejera ha explicado que el olivar, “la base del sector oleícola y su seña de identidad”, es uno de los sistemas de cultivo más representativo de la región cuya importancia se muestra en que “conforma y define el paisaje” de gran parte de Andalucía (ocupa 1,5 millones de hectáreas) y que “es uno de los sectores con más peso en nuestra economía”.

El 80% de lo que se produce en España y el 35% del mundo

     La producción de aceite de oliva y aceituna de mesa (425.000 toneladas) suponen el 30% de la Producción de la Rama Agraria andaluza. En el caso concreto del aceite de oliva, la región produce más del 80% del total español y más del 35% del mundial, siendo además el producto andaluz más exportado. En concreto, el balance comercial de este sector supera los mil millones de euros, 400 millones relativos a la comercialización de aceitunas preparadas.

     Víboras ha definido también el sector oleícola como “un elemento decisivo en la fijación de la población al medio rural” por su función generadora de empleo, con un promedio de 19 millones de jornales al año y 23 millones de jornales en la actual campaña, concentrando casi el 40% de la mano de obra del sector agrícola y ganadero. Asimismo, destaca por su amplio tejido empresarial asociado, ya que en la industria andaluza asociada a este ámbito participan 1.800 entidades que operan en alguna fase del proceso -almazaras, extractoras de orujo, refinerías, envasadoras e industrias de aderezo, entre otras-.

    A éstas se suman además actividades desarrolladas en torno a las necesidades del olivar como, por ejemplo, producción de material vegetal, fábricas de fertilizantes o empresas de servicios. Así, como ha explicado la consejera, “el amplísimo conglomerado empresarial” relacionado con el olivar andaluz concentra el 15% del empleo generado por la agroindustria de la Comunidad Autónoma.

    Además, el sector genera otros bienes de tipo ambiental que son “esenciales para la preservación de nuestros recursos naturales” tal y como ha señalado Elena Víboras en referencia a la función de estos árboles “frenando la erosión en las pendientes” y “su papel contra el cambio climático” al absorber CO2 y contar con potencial para generar energías renovables.

Retos del sector oleícola

     Andalucía es “líder indiscutible en producción” y “esto es bueno pero no es suficiente”, ha declarado la consejera, que afirma que “ser los que más producimos no nos convierte en líderes absolutos”. “Nuestros productores y transformadores tienen una posición de clara desventaja frente a la distribución” y “es absolutamente imprescindible actuar en esta dirección”, ha recalcado a los parlamentarios.

     Víboras ha apuntado como el principal reto del sector oleícola andaluz alcanzar el liderazgo en la cadena de valor y en los mercados para contar en éstos con una posición “equivalente a la que ocupa en la base productiva”. Para lograr este objetivo ha señalado como cuestiones principales “seguir ganado en competitividad” a través de la calidad, con el fin de mantener la posición de Andalucía en el ámbito de la producción y hacer frente a la oferta creciente de otros países; y trabajar en la construcción de los precios, donde se debe luchar contra la banalización de “nuestro oro líquido” que suponen los precios reclamo.

    En este ámbito, la consejera ha lamentado que la Unión Europea haya “dejado pasar una interesante oportunidad al no establecer medidas de mercado realmente eficaces en la reciente reforma de la PAC”. Como ejemplo se ha referido al hecho de que, pese a las “continuas demandas” de Andalucía, el umbral de precios para activar el almacenamiento privado “continúa sin actualizarse”.

    Por otro lado, Elena Víboras ha calificado como una ventaja del nuevo marco de regulación europeo que se dote de más poder a las organizaciones de productores, y, dado este contexto, ha animado a los andaluces a apostar por la concentración de la oferta. “Es imprescindible ganar músculo frente a la distribución”, ha recalcado.

 

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