El impacto de la sequía no está siendo igual en todas las regiones. En Valencia por ejemplo las organizaciones agrarias apuntan a unas pérdidas de 17 millones de euros ya que las 28.000 hectáreas cultivadas se han secado por la falta de lluvias y las plantas no han tenido un crecimiento vegetativo adecuado.
En el caso de Andalucía la sequía también estaría afectando de distinta manera. En Almería y Granada, por ejemplo, UPA ha estimado en 45 millones los daños en la agricultura y ganadería. «En Andalucía occidental, con una climatología justita de agua y que ha llegado tarde, prevemos una cosecha buena pero corta, un 15 por ciento inferior a la del año pasado; no será un año bueno, sino medio, pero no podemos hablar de desastre, aunque sí ha sido un año de enfermedades criptogámicas —como la septoria que ataca al trigo o la roya que junto al trigo afecta a la cebada— que los agricultores han tratado», apunta José Vázquez, responsable de la sectorial de cereal en Asaja Sevilla al abordar la situación.
Medidas excepcionales
En oytras zonas aún no se ha cuantificado los daños, pero ya xe están pidiendo medidas excepcionales. Es el caso de Castilla-La Mancha, donde han solicitado que la tasación que se realice actualmente sea la definitiva y no haya que esperar a una final para que, de esta manera y lo antes posible, para así poder aprovechar estos cultivos al menos como pastos para el ganado, dado la crítica situación que tiene también este sector.
Incluso, la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha anunciado que el Gobierno regional va a declarar oficialmente a Castilla-La Mancha como ‘zona de sequía agronómica primaveral de cultivos herbáceos extensivos’ tras la escasez pluviométrica de esta primavera.
Precisamente, la Consejería de Agricultura y Agua de Murcia también ha anunciado que pedirá ayudas al Magrama para combatir esta situación, mientras que ha autorizado el laboreo o el aprovechamiento por el ganado de las parcelas de cultivos de secano afectados por la sequía para las que se hayan solicitado ayudas dentro del programa nacional para el fomento de rotaciones de cultivo en tierras de secano.
Problemas añadidos en ganadería y girasol
Pero esta sequía también afecta a la ganadería, ya que los pastos se han secado antes de tiempo y no hay suficiente comida en el campo, lo que implica tener que invertir en un aporte alimenticio extra para el ganado (como forraje o pienso). A ello se une que la superficie de producción de maíz está descendiendo en términos generales.
Asimismo, si no llegan las lluvias, el problema se podría extender al girasol (un cultivo alternativo al trigo), que actualmente está en pleno desarrollo y que se recoge en agosto, apunta el técnico de ASAJA. "Estamos con la luz roja, pendientes del tiempo, y lo mismo para el caso de los cultivos de regadío: hay agua suficiente para los riegos pero esto supone un incremento de costes", asegura el experto sobre la situación.