EFE.- La voladura, para la que se han utilizado 75 kilos de explosivo y que ha durado cinco segundos, según el ingeniero de la CHD Isidro Lázaro, ha sido presenciada por decenas de curiosos.

"Con esto se acaba todo lo relativo a las obras de la presa de Irueña", ha explicado el propio Isidro Lázaro en declaraciones a los medios de información.

Después de más de diez años de litigios, el Tribunal Supremo autorizó en enero de 2008 el llenado de esta presa hasta una capacidad máxima de 110 hectómetros cúbicos, aunque en la actualidad no podía superar los 55, debido al puente de Vado Carros, que sortea el río Águeda y que comunicaba, por la antigua carretera las provincias de Salamanca y Cáceres.

Los trabajos del embalse de Irueña fueron adjudicados en 1996 para que estuvieran concluidos en 1999 y, por tanto, han tenido un retraso de catorce años.

Esta presa se ha podido concluir ya que el Tribunal Supremo autorizó su llenado para evitar riadas en el un barrio de la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo por donde pasa el río Águeda y en el que eran habituales las inundaciones.

Ahora, según anunció el pasado años la Confederación Hidrográfica del Duero, uno de los aprovechamientos será el de generar energía hidroeléctrica o, incluso, para actividades náuticas.

Desde la confederación entienden que en 2017 ya se podría obtener energía hidroeléctricas, ya que tiene instalada, a la vez que se construyó el dique, la tubería de la turbina.

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