La preocupación por la sequía y las altas temperaturas ha sido la nota dominante en todos los debates y todas las conversaciones mantenidas por los agricultores y ganaderos andaluces que han participado este lunes 17 en la Asamblea General de ASAJA Andalucía celebrada en el Centro Guadiamar que gestiona ASAJA-Sevilla en Huévar del Aljarafe.
Tal y como expuso el presidente de ASAJA Andalucía, Ricardo Serra, “la combinación de falta de agua, altas temperaturas y vientos de levante está siendo letal para el campo”. Preocupa, por tanto, la falta de lluvias en abril, mes clave de un año agrícola que ya venía corto de agua, con un déficit pluviométrico de 100 litros/m2 en Andalucía. “No se está cumpliendo el refrán de ‘en abril, aguas mil’ y los cultivos están cogidos con alfileres; si en los próximos 10 ó 15 días no hay precipitaciones, la situación será mala o muy mala para los secanos, la arboleda y los pastos”, ha advertido Serra.
La mayoría de los cultivos y la propia ganadería están pendientes de que llegue la lluvia
Así, tal como detalló el presidente de ASAJA Andalucía, “en cereales, los vientos de solano ya están produciendo daños, los trigos están espigados pero se ven algunos con aspecto “raquítico”; el girasol, por su parte, está muy pendiente de las lluvias para poder seguir evolucionando, mientras que el olivar, que está en plena floración, puede empezar a tirar “esquilmo” si no llueve pronto, lo que redundará en una menor cosecha para la próxima campaña”.
Respecto a la ganadería, “este sector está también sufriendo el agostamiento de los pastos como consecuencia de las altas temperaturas, mientras que encinas y alcornoques, que han tenido buena floración, pueden revertir su situación ante la falta de humedad en el suelo”, ha explicado Serra.
Es también asunto de preocupación la bajada del volumen de agua embalsada, y en algunas explotaciones, como los regadíos del embalse de Torre del Águila en Sevilla o los cultivos subtropicales de la Axarquía de Málaga, hay ya restricciones. A día de hoy los embalses en Andalucía están al 57,74% (misma semana en el año 2016 estaban en 62,76% y la media de los últimos 10 años es de 67,29%), mientras que en la cuenca del Guadalquivir los embalses están al 54,78% (misma semana en año 2016 estaban en 62,80% y la media últimos 10 años es de 70,54%). Por su parte, la cuenca mediterránea andaluza está al 48,94% (media últimos 10 años 59,19%).
Junto a este asunto, en la asamblea se abordaron también la accidentada campaña de presentación de la solicitud de la PAC – con retrasos y continuas incidencias, y que se prorrogará finalmente hasta el 15 de mayo-, el incremento de los costes de producción -especialmente de los abonos y las tarifas eléctricas-, la proliferación de robos en el campo pese al trabajo de los grupos ROCA de la Guardia Civil, la continua reducción de la lista de fitosanitarios permitidos para proteger los cultivos, la necesidad de garantizar el suministro de agua en todos los sectores y comarcas, los acuerdos comerciales con terceros países, la apuesta decidida por el relevo generacional y la eliminación del impuesto de sucesiones en Andalucía.
Confianza en que el reglamento Ómnibus solvente los problemas del Coeficiente de Admisibilidad de Pastos
Estos han sido algunos de los asuntos a los que el presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, se ha referido en su intervención, en la que ha instado a la Junta de Andalucía y al Gobierno de España a trabajar conjuntamente para facilitar la actividad de los agricultores y ganaderos y a plantear una regulación racional de esta actividad, que en los últimos años se ha visto lastrada por un superávit regulatorio y normativo de muy difícil cumplimiento.
El presidente de ASAJA-Andalucía instó también a todos los agricultores y ganaderos a responder a la encuesta pública sobre la nueva PAC planteada por la Comisión Europea y, que servirá de base para plantear la futura reforma.
Por su parte, el secretario general de ASAJA-Andalucía, Cristóbal Cantos, aludió a los problemas generados por el Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP) a los ganaderos andaluces y mostró su confianza en que el reglamento Ómnibus, que se debate en este semestre en Bruselas, admita una definición de los pastos acorde con la realidad de las dehesas, el monte y el campo de la Península Ibérica.
Asimismo, la Asamblea General Ordinaria de la Asociación ha aprobado las cuentas anuales y el balance de gestión del ejercicio de 2016, un año en el que, tal como puso de manifiesto el director de ASAJA Andalucía, Vicente Pérez, la primera organización agraria del campo andaluz ha estado muy pendiente de la reforma de la PAC, el desarrollo de la Ley de la Dehesa, los problemas de la seguridad rural, la nueva normativa de pagos de la PAC, el Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP), la Ley de Senderos, que debe garantizar la prioridad de los usos agrarios de los caminos públicos, y la Ley de la Agricultura, entre otros asuntos.