Cuanto más leo las declaraciones del ministro de Industria, José Manuel Soria, sobre su postura respecto a las plantas de cogeneración de purines más dudas me planteo. Si abogo por mi lado más idealista (que algo queda, a pesar de los años) sólo me queda levantarme y ponerme a aplaudir, ya que su razonamiento básico es que estas empresas han ganado tres mil millones de euros en los últimos quince años gracias a las subvenciones y en estos momentos de crisis les llega el momento de apretarse el cinturón y dejar de ganar tanto. Vamos que casi estoy esperando que lo fiche Izquierda Unida como cabeza de lista. Casi tanto como espero ver la sensible rebaja que va  sufrir mi nuevo recibo de la luz que, según el ministro, se ha venido inflando mensualmente por culpa del dinero que se le ha ido a dando a este sector.

    Si soy pragmático (y de esto, con los años, tengo más) lo único que entiendo es que el ministro quiere ahorrarse el dinero y le da igual que las plantas ganen o no dinero. Lo único que quiere es recaudar (o en este caso gastar menos) y tener más dinero en caja. Si por el camino se carga todo el sector de los purines y, de paso, el del porcino, pues se carga, que al fin y al cabo con tanta rebaja de este Gobierno un sector o dos más no se va a notar.

    Y el problema es que se va a notar y, sobre todo a oler, porque aquí no se trata de cerrar una fábrica de Coca Cola, con todos mis respetos a sus trabajadores, sino de provocar un problema muy grave de carácter ambiental y, como suele ser normal, económico. Por eso, los ganaderos del porcino demandan una solución urgente, porque están almacenando el purín en balsas, pero ya hay explotaciones con excedentes y no tienen dónde acumularlas, salvo la que vayan guardando para el día 18 cuando se manifiesten en Madrid ante el Ministerio, donde descubrirán que no sólo algo huele a podrido en Dinamarca, sino en el campo español.

    Por eso me temo que, a diferencia de con los regantes, donde sí estoy convencido de que va a haber un acuerdo en el ‘tarifazo’ y que el mismo se presentará antes de las elecciones europeas (porque al fin y al cabo es quitarle dinero a las compañías eléctricas y no al Gobierno), el ministro Soria no va a dar marcha atrás en su reforma energética que, entre otras cuestiones, llevará a la pérdida de rentabilidad de las plantas de tratamiento de purines. Y, posiblemente, a su cierre total. Por eso, sus declaraciones han sido una auténtica mierda…. De cerdo, eso sí.

    Y sobre la posibilidad de que me bajen la tarifa de la luz de mi recibo, otra mierda, pero ésta de verdad.

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