Tom Vilsack / CEO de US Dairy Association y exsecretario de Agricultura de los Estados Unidos
La pandemia de neumonía por coronavirus (COVID-19) ha cambiado drásticamente nuestra vida diaria, así como las perspectivas mundiales sobre lo que es importante. Alrededor del mundo las personas aplauden el increíble trabajo y la dedicación de los profesionales de la salud, quienes se luchan en el frente de batalla contra esta crisis sanitaria. Sin embargo, como sociedad, hemos prestado atención también al trabajo esencial realizado en silencio por los hombres y las mujeres que a diario siguen poniendo al mundo en marcha: obreros industriales, quienes mantienen la línea de producción en movimiento; empleados de tiendas de comestibles, que colocan la mercadería en los estantes; y los agricultores y ganaderos, quienes trabajan incansablemente para alimentar al mundo.
En ningún otro momento de nuestra historia reciente se ha destacado tanto el papel fundamental desempeñado por los agricultores y los fabricantes de alimentos. La mayoría de los estadounidenses cree que hemos perdido nuestra conexión colectiva con la agricultura, por lo que muchos de nosotros subestimamos el sorprendente esfuerzo que conlleva cultivar nuestros alimentos o cuidar un hato, generar un producto alimenticio terminado y realizar todas las acciones necesarias para llevarlo al mercado. Incluso en medio de una pandemia mundial, nuestros productores de alimentos y agricultores trabajan para superar grandes factores estresantes que afectan la cadena de suministro, a fin de asegurarnos el acceso a los alimentos requeridos.
He tenido el enorme privilegio de realizar labores agrícolas y de ser testigo directo de la singular resiliencia de nuestros agricultores, así como de las innovaciones introducidas por los productores de alimentos, particularmente en los últimos años.
En el Consejo de Exportación de Productos Lácteos de EE. UU. (USDEC) nunca hemos perdido de vista el papel fundamental que desempeña la industria agroalimentaria en la satisfacción de las necesidades nutricionales de nuestra nación y en el impulso de la economía estadounidense. Esta industria brinda empleo directa o indirectamente a 43 millones de personas, es decir, al 28 % del total de trabajadores del país. Además, los beneficios económicos que genera activan el 20 % de la mayor economía del mundo.
Con el objetivo de seguir llevando los productos alimenticios requeridos a los mercados de todo el mundo, el USDEC ha trabajado continuamente en el establecimiento de alianzas con organizaciones como el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Mediante dichas alianzas, promovemos la adopción de políticas que impulsan la agricultura, fomentan la adopción de prácticas sostenibles, mejoran la salud y el bienestar animal y garantizan que reglamentos de base científica prevalezcan sobre barreras comerciales injustificadas. Durante la evolución de esta pandemia nuestra sólida alianza y coordinación con el IICA han fortalecido nuestra capacidad para responder de manera ágil a los nuevos desafíos planteados por esta crisis.
Los lácteos constituyen un componente fundamental de la dieta de todo el planeta, ya que satisfacen necesidades nutricionales clave. Además, los productores y los procesadores de lácteos no solo alimentan al mundo, sino también fomentan el desarrollo económico sostenible. La industria global de los lácteos proporciona empleo a aproximadamente 240 millones de personas, quienes cuidan a más de 360 millones de vacas lecheras en más de 130 millones de fincas lecheras. Solo en los Estados Unidos la producción de lácteos genera tres millones de empleos, con un impacto económico superior a los USD 650 000 millones, de acuerdo con un estudio realizado por la Asociación Internacional de Alimentos Lácteos.
Juntos continuaremos trabajando a fin de no depender de la próxima crisis mundial para demostrar la importancia de la labor de nuestros héroes de la cadena de suministro agroalimentaria, quienes trabajan día a día para llevar suministros alimentarios esenciales a las personas y los mercados que más los necesitan.
*Nota: El artículo de Tom Vilsack fue elaborado para el blog del IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura): Sembrando hoy la agricultura del futuro y se publica a petición del propio IICA.