Desde el principio se había visto que nada iba a ser tan fácil como se pensaba y ahora se ha decidido que la negociación de la futura Política Agrícola Común se retrasa un día, al haber algunos flecos aún por cerrar entre el Consejo (países de la Unión Europea) y la Eurocámara, que reanudarán los contactos a partir de las 9:00 hora local. Sí hay acuerdo básico, pero sin formalizar, en que establece en el 25% los pagos para los ecoesquemas y que habrá condicionalidad social (u obligación de cumplir los derechos laborales) para cobrarla

El jueves de madrugada la ministra de Agricultura portuguesa, Maria do Céu Antunes, cuyo país preside el Consejo de la UE hasta finales de junio, explicó punto por punto a los ministros europeos, reunidos en un Consejo, los elementos sobre los que ha habido avances y aquellos en los que se deberá seguir trabajando.

Entre otros, se perfila un acuerdo en torno a destinar un 25% de los pagos durante todo el periodo a los ecoesquemas (inicialmente el Consejo pedía un 20% y el Parlamento un 30%) y sobre la reserva de crisis, en relación con la cual el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, dijo que solo quedan por resolver algunas cuestiones técnicas.

Sin embargo, todavía hay discusiones sobre el año (2023 o 2025) a partir del cual se empezarían a aplicar las normas sobre «condicionalidad social», para asegurar que las ayudas agrícolas solo van a parar a manos de explotaciones que respetan los derechos laborales de los trabajadores.

«Todavía no ha terminado el supertrílogo y se retrasa un día, por lo que vamos a reunirnos de nuevo este viernes a las 9.00», dijo el comisario a través de su cuenta en Twitter el martes a última hora.

«Pido a los estados miembros que acepten las demandas de la Eurocámara para concluir», indicó por su parte el presidente de la Comisión de Agricultura de la Eurocámara, Norbert Lins (PPE), que forma parte de los negociadores del trílogo.

La semana dedicada a la negociación de la política agrícola que regirá el campo europeo en el periodo comprendido entre 2023 y 2027 comenzó el pasado martes, con una reunión del «supertrílogo».

El miércoles, a la maratón negociadora se sumaron los ministros de Agricultura de la UE, que mantuvieron un primer debate sobre la reforma de la PAC.

El jueves se produjeron intensas negociaciones en paralelo entre los ministros europeos, que participaron en reuniones bilaterales y un almuerzo de trabajo, y el «supertrílogo» (con representantes del Consejo, el Parlamento y la Comisión), que mantuvo dos reuniones, la segunda para debatir una propuesta de compromiso de Portugal. Ahora, una vez que se retrasa un día la negociación, se entra en la recta final.

La futura PAC engloba tres reglamentos: el de los Planes Estratégicos nacionales, la regulación sobre la financiación de las ayudas y el de la organización común de mercados.

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