La ola de calor sigue haciendo estragos en la ganadería, hasta el punto de que algunos animales acaban haciendo lo que nadie pudiera pensar que harían: ir a la piscina. Una vaca ha tenido que ser rescatada de la piscina de un domicilio particular, en la localidad madrileña de Camorritos, tras pasar dos días «a remojo» después de que, al parecer, saltase la valla de la casa en busca de agua y se cayese mientras bebía.
«Nos llamó la Policía Local para decirnos que había una vaca en nuestra piscina», ha narrado a Efe la propietaria de la vivienda Irene Larroque.
Ella junto con su madre dejaron la casa de Camorritos el sábado por la noche y el lunes 22 por la mañana recibieron la llamada de la Policía con la sorprendente noticia de que había una vaca en su piscina.
«Enseguida avisamos a un conocido que vive cerca y nos mandó una foto confirmándonos que era cierto», explica riéndose.
Tras verificar que no se trataba de una broma, comenzaron a buscar al dueño de la vaca que, a su vez, estaba buscándola a ella desde que desapareció dos días antes.
Por suerte todo ha quedado en un susto y, después de ser rescatada por una grúa especial para animales, la vaca se encuentra en perfecto estado y ha sido devuelta al monte con sus compañeras.
No ha pasado lo mismo con el agua de la piscina a la que los dos días de remojo de la vaca ha dejado turbia e inutilizable.
Ahora solo queda esperar que el seguro de responsabilidad civil que tiene el vaquero se haga cargo de los gastos de la grúa y de la limpieza y el cambio del agua de la piscina para que todo quede en una anécdota veraniega.
(Foto: Archivo sin relación con la noticia)
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