Además, se pone en marcha un fondo de gestión de estas reservas, en el que se ingresará al menos 15 por ciento de lo obtenido por la caza.
La nueva norma prevé cacerías selectivas con carácter extraordinario, por razones de urgencia.
Respecto a los cotos de caza, establece que su superficie mínima será de 500 hectáreas, aunque se reducirá a la mitad cuando corresponda a un solo propietario, entre otras novedades.
En las zonas de seguridad, como los caminos de uso público, vías pecuarias o márgenes de los ríos, arroyos y canales, se establece un mecanismo más ágil para la autorización de la caza.