Como consecuencia de la falta de consumo, los precios se han situado en valores bajos, hasta el punto que han descendido en tres semanas un 25% pasando de los 0,51 euros el kilo de principios de julio a los 0,38 de la actualidad, una cantidad que "no permiten superar el umbral de rentabilidad de las empresas".

     Por ello, en muchos casos la fruta que ya presenta una maduración excesiva se está destinando a la industria de elaboración de zumo, aunque, según se destaca en el informe, en estos momentos, las fábricas tienen sus silos de almacenamiento prácticamente llenos, por lo que no están recepcionando toda la fruta que se le está ofertando.

     Por otra parte, y a diferencia de la situación que se está registrando en la naranja tardía, los limones Verna están teniendo "aceptables resultados" tanto en precios como en volúmenes comercializados.

     Está registrando mejores comportamientos en los mercados europeos que en el nacional, en el que registra menores niveles de demanda y de precios, por lo que las comercializadoras están destinando la mayor parte de su producto a las ventas en el extranjero.

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