El proyecto, que se ha presentado en Palencia, está financiado por la diputación de Palencia y cuenta con la colaboración del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, el Grupo para la Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat y el departamento de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Valladolid.
El objetivo es "ver cómo evoluciona la población de topillo campesino en la zona donde se han colocado los posaderos, en comparación con otras zonas donde no se usa este sistema", ha precisado Acero.
Para ello, una vez instalados los postes, se inicia ahora la recogida de datos, en un momento en que la densidad de topillos es baja, y se prolongará durante tres campañas para tener datos en distintas condiciones.
"Durante tres años iremos recogiendo datos y podremos saber si la propuesta es eficaz y se puede extender a otros municipios", ha subrayado Acero.
El proyecto pretende reducir el actual desequilibrio entre la población de topillo y de sus depredadores, motivado por las características típicas del ecosistema agrario, que adolece de estructuras paisajísticas que las rapaces pudieran utilizar como apoyo en sus tareas de campeo, oteo y caza.
Colocando estos postes se intenta potenciar la actividad depredadora para evitar las explosiones demográficas de topillo y prevenir posibles plagas.
Se trata en definitiva de una forma de control biológico que, de funcionar, "serviría para controlar los periodos de plagas sin tener que ir a otros métodos más agresivos y no perjudicar el medioambiente", ha agregado la presidenta del grupo de acción local, Petra García.
En cuanto a las aves que pueden usar estos posaderos para cazar a los topillos, Araduey-Campos entiende que hay gran variedad de especies, siendo sus principales depredadores el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y la lechuza común (Tyto alba).