Hay que recordar que alrededor del 20% de los ingresos de la industria de semillas se invierte en I+D, llegando a alcanzar el 24% en el caso del cereal de invierno. Se trata de la industria que más apuesta por el I+D, junto con el sector farmacéutico, y por encima de otros como el de automoción, aeroespacial, energía, alimentación, etc. El coste medio para poner una nueva variedad vegetal en el mercado es de 1 a 1,5 millones de euros, y se tarda de 10 a 12 años en conseguirlo.
Para José María Gil, director del estudio en el CREDA “la singularidad de este sector en España es que la mayoría de las empresas investigan y lo hacen de forma muy relevante”. Por otro lado, Eduard Fitó, coordinador del estudio desde ANOVE afirma que “España además de ser uno de los mercados de semillas más grandes del mundo, casi la totalidad de las empresas que operan en él, desarrollan actividades de I+D”.
La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) es la asociación que agrupa a las compañías y centros públicos dedicados a la generación de valor añadido en el sector agroalimentario a través de la investigación, el desarrollo y la explotación de nuevas variedades vegetales.