La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha publicado su opinión científica sobre pollos de engorde y gallinas ponedoras basada en un mandato particularmente limitado sobre bienestar animal establecido por la Comisión Europea. El dictamen de la EFSA contiene recomendaciones sin precedentes que, si se aplicaran en estos términos, simplemente conducirían a la pérdida de la mayor parte del sector avícola europeo, tanto a la producción de carne como de huevos al forzar que se reduzca un 72% de las aves en las granjas.

Entre las principales recomendaciones presentadas por la EFSA, la más impactante es la propuesta de reducir la densidad de población de pollos de engorde convencionales a un máximo de 11 kg/m². En otras palabras, si se aplica, esto significaría que la UE solicitará a los productores avícolas convencionales que realicen importantes inversiones en las granjas, mientras que el número de aves en las granjas tendrá que reducirse en un 72%. En el dictamen de la EFSA se hacen recomendaciones similares para las gallinas ponedoras.

Ésta y otras propuestas requerirán altas inversiones por parte de los ganaderos, sin tener en cuenta los préstamos tomados para cumplir con las reglas establecidas antes de 2012 y aún no pagados en su totalidad. «¡Implementar propuestas tan extremas resultaría en el cierre de pequeñas y medianas empresas en áreas rurales, perdiendo competitividad y aumentando las importaciones, al mismo tiempo que nos enfrentaríamos a un aumento masivo en el precio de la carne de aves de corral para los consumidores!», lamentan desde Asaja Palencia.

Por otro lado, si bien reconocen los enormes esfuerzos para compilar literatura científica, «la opinión también carece de una explicación de las estrategias y programas de reproducción actuales. El potencial de la cría y la genética equilibradas para un mejor y positivo bienestar no se reconoce plenamente y la opinión se centra principalmente en las medidas de gestión para resolver los problemas de bienestar. El trabajo realizado hasta ahora por los criadores de aves, los productores y la industria debe reconocerse aún más. Falta literatura científica reciente que respalde este tipo de mejoras ya desarrolladas en el sector», afirman desde la organización agraria.

¿CÓMO RESISTIRÁN LOS PRODUCTORES DE LA UE LA FEROZ COMPETENCIA INTERNACIONAL QUE NO APLICA ESTÁNDARES TAN ALTOS EN LAS EXPLOTACIONES?

Reconocen que los científicos de la EFSA no pueden abordar otros campos que no sean el del bienestar animal y no pueden abordar, por ejemplo, el impacto socioeconómico que tendrán estas recomendaciones, ni los aspectos de sostenibilidad que estaban fuera del alcance enmarcado por el mandato de la Comisión Europea.

Por eso, al final, «las preguntas que quedan por responder son ¿cómo se financiará todo esto y cuánto tiempo se permitirá para hacer la posible transición? ¿Cuáles serán los efectos combinados de estas propuestas cuando se reúnan con los demás textos legislativos que ya se están discutiendo a nivel de la UE? En última instancia, ¿cómo resistirán los productores de la UE la feroz competencia internacional que no aplica estándares tan altos en las explotaciones?».

Como resultado del marco de la Comisión, esta opinión no compara las prácticas de bienestar animal en las explotaciones en la UE con las de terceros países. Dado que actualmente no existe un mecanismo para evitar las importaciones de aves de corral de terceros países con estándares más bajos de bienestar animal en la granja, esto simplemente conduciría a un mayor aumento de las importaciones de carne de aves de corral de Ucrania, Brasil y Tailandia; una tendencia ya existente.

Por ello, alentan encarecidamente a la Comisión Europea «a buscar respuestas a estas preguntas para evitar comprometer la sostenibilidad socioeconómica y las condiciones de bienestar animal en la UE».

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