EFE.- Desde el Ayuntamiento de La Solana han explicado a Efeagro que son diez las personas que ya han formalizado su interés por explotar las 1,2 hectáreas puestas a disposición de los habitantes del pueblo el pasado mes de marzo para cultivar esta flor, a la que hace treinta años se dedicaban unas 20 hectáreas -ahora no más de diez-.

Pese a que aseguran que el precio del bulbo del azafrán o «cebolleta», tal y como es conocido en la zona, está muy alto por ser escaso, ha subrayado el carácter social del cultivo, que, además de dar empleo, cuenta con una rentabilidad importante casi asegurada, ya que con la segunda cosecha se recupera la inversión inicial.

La Asociación Azafrán Solidario de La Mancha (Asoma) nació a finales de 2013 con el propósito de crear empleo al retomar la producción de azafrán en Villacañas (Toledo), donde su ayuntamiento también ha cedido parcelas para este fin.

Asoma ha utilizado la plataforma de micromecenazgo o crowdfounding Lánzanos para recaudar 35.000 euros de pequeños inversores y grandes patrocinadores solidarios con el objetivo de comprar bulbos para cultivar media hectárea, lo que se traduciría en la creación de un puesto de trabajo fijo y 15 eventuales.

La campaña, que se inició el pasado 27 de marzo y finalizará el 27 de junio, a día de hoy ha recibido el respaldo de 88 personas y ha recaudado el 6 % de la inversión fijada -2.386 euros-.

El portavoz de Asoma, Manuel Huete, ha avanzado a Efeagro que están reforzando esta campaña de micro-apoyos con la difusión en las redes sociales de vídeos de un minuto con cocineros como Fernando Ferro, Rodrigo de la Calle o Javier Estévez en los que preparan sus mejores recetas con azafrán como ingrediente.

El presidente de la Denominación de Origen (DO) Azafrán de Castilla-La Mancha, Antonio García Martín-Delgado, cree en el gran potencial de este cultivo, que ahora ocupa unas cien hectáreas repartidas en municipios de Ciudad Real, Toledo, Albacete y Cuenca.

«Tras el boom de ganar dinero fácil (en el sector de la construcción) en la pasada década de los 90, que redujo hasta unas 50 hectáreas la superficie de rosa de azafrán, se podría llegar en un futuro hasta las 4.000 hectáreas de las que podrían vivir unas 20.000 familias», ha apuntado.

La multiplicación de la producción puede convertirse en un hecho si a partir de diciembre, tal y como está previsto, se aplica verdaderamente el contenido de la última directiva europea sobre etiquetado de alimentos por el que es «obligatorio marcar el país de procedencia».

Así se evitaría -ha explicado- el fraude con el azafrán iraní que se vende como español pese a que su aspecto, aroma, calidad y precio (800-900 dólares por kilo o 578-650 euros por kilo) es de partida inferior al manchego, que es de un «rojo vivo intenso y más dulzón» y cuyo valor puede rondar los 3.000 euros/kilo.

Esa circunstancia explica que mientras que La Mancha, la principal zona productora de azafrán, produce 1.500 kilos, la exportación de azafrán desde España supere los 82.000 kilos.

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