Pese a la mayor demanda de aceite envasado, todavía la mayor parte de las exportaciones de aceite son a granel, que el pasado año ascendieron a 90.000 toneladas, con Italia y Estados Unidos como principales compradores de Hojiblanca.
El grupo mantiene su apuesta de incrementar las ventas en el exterior, pero el desplome de la cosecha supone menos disponibilidad de aceite y, por tanto, un aumento de precio, con lo que es probable que el consumo se resienta tanto en el mercado exterior como en el interno, ha indicado.
De las 246.000 toneladas de producción de 2012, este año se espera pasar a aproximadamente la mitad.
Según Ruesgas, esta diferencia entre campañas "no beneficia a nadie porque en los mercados exteriores no entienden la variabilidad de precios".
Por ello, para 2013 el reto de Hojiblanca es intentar "mantener volúmenes" y consolidar las ventas de años anteriores porque "ante una situación de cosecha como ésta, el objetivo es -ha afirmado- cuidar lo que tienes".
El director comercial de Hojiblanca se mostró convencido del potencial de crecimiento que existe para las exportaciones de aceite de oliva, aunque ha reconocido que un precio elevado complica competir con otras grasas más baratas, como los aceites de soja o palma, que tienen una cuota superior al 50 por ciento del mercado.
En Europa, los principales países no productores que son consumidores de aceite de oliva son Francia y Alemania.