EFE.- El grupo, que se ha reunido esta mañana en Almonte (Huelva), ha aprobado por unanimidad llevar el plan, para su aprobación, al Consejo de Participación del 1 de julio al considerarlo un instrumento necesario para responder a sucesos como el sucedido el 30 de julio de 2009, cuando un fallo en una tubería de la Refinería La Rábida de Cepsa, en Huelva, provocó el vertido de unas 5.000 toneladas de crudo que llegaron a Doñana.
En declaraciones a Efe, el portavoz de Ecologistas en Acción y miembro del grupo de Biosiversidad, Juan Romero, ha apuntado que el que el Espacio Natural de Doñana contase con un documento que sirva a estos objetivos era una de las condiciones impuestas por el Consejo de Europa cuando le volvió a conceder a este espacio el Diploma por la buena gestión.
En su opinión, el incidente de julio de 2009 puso de manifiesto que no existía un plan con objetivos establecidos ante catástrofes de estas características y que la respuesta que desde las administraciones se dio para la retirada de crudo fue "improvisada".
Además fuentes de Ecologistas en Acción han subrayado la necesidad de que se amplíe el mapa de accidentes que pueden afectar al espacio natural.
Entre ellas, han apuntado las catástrofes de origen minero -de las que ya se tienen antecedentes con el caso del vertido tóxico de Aznalcóllar (Sevilla)-, las relacionadas con mercancías tóxicas que transportan los barcos por el Guadalquivir, o las relativas a fugas de gas natural o cloro líquido procedentes de instalaciones industriales del Polo Químico de Huelva.