La Junta de Castilla y León ha publicado este martes 2 la Orden para regular, con un programa sanitario de carácter voluntario, las actuaciones contra enfermedades como la maedi visna, la artritis y la encefalitis caprina que impulsará la competitividad ganadera y la exportación.
El plan establece el procedimiento de trabajo que deberán adoptar los titulares de explotaciones ovinas y caprinas de la Comunidad que decidan adherirse al mismo, y concreta las pautas a seguir para el control de estas enfermedades y su calificación sanitaria, según ha informado la Junta en un comunicado.
Dentro de las novedades de este programa sanitario, se incluye el diagnóstico molecular que incorpora nuevas herramientas tecnológicas en la detección de estas enfermedades, la elección voluntaria de los ganaderos de realizar el sacrificio de los animales que den positivo y la percepción de indemnización si optaran por esta vía.
Castilla y León es la única Comunidad que, desde el año 2007, dispone de un programa oficial de este tipo
Estas enfermedades contra las que se proyecta el programa sanitario, se caracterizan por disnea y pérdida de peso, producidas por un virus capaz de ocasionar distintos síndromes como neumonía intersticial, encefalitis, linfoadenopatía, artritis, mamitis o caquexia, todos ellos de carácter crónico y progresivo para el ganado, aunque no afectan al hombre.
A pesar de que no revisten ningún riesgo, producen graves pérdidas productivas en los rebaños afectados que suponen restricciones comerciales tanto para el movimiento de animales vivos como para la exportación de productos de origen animal como leche, quesos y carne.
Castilla y León es la única Comunidad que, desde el año 2007, dispone de un programa oficial de este tipo y con esta Orden se incorporan nuevas medidas que reforzarán la posibilidad de erradicación en aquellas explotaciones con prevalencias bajas y la reducción en los casos con prevalencias más elevadas.
Este nuevo control pretende mejorar la productividad de las explotaciones y contribuir a aumentar las exportaciones de su producción para impulsar las ventas a otros países, que se sustentan en las garantías sanitarias de las explotaciones de origen.
El documento oficial que indica que las explotaciones de ovino y caprino productoras de leche, que están sometidas a programas de control de tuberculosis caprina, maedi visna y agalaxia contagiosa, no requieren certificación para que esta leche sea enviada a cualquier país, se aprobó a nivel nacional en mayo de 2016.