El director general de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias de la Junta de Castilla y León, Jorge Llorente, ha explicado que existe la posibilidad de que en la zona de La Aliseda de Tormes (Ávila) se den reservorios del brote de tuberculosis que afectó a la comarca el pasado verano, es decir, que exista una población de animales que acoja de forma crónica el germen de esta enfermedad, lo que propiciaría que se propagase como epidemia.
«La aparición de casos ha decrecido desde la aparición del brote», ha asegurado Llorente durante una rueda de prensa tras reunirse este martes con los diferentes actores del medio rural de la provincia de Ávila para explicarles el nuevo mapa de infraestructuras agrarias.
Llorente ha explicado que, cómo método de prevención, «se mantiene un constante diálogo con los ganaderos, de quienes en parte depende la seguridad de sus reses».
Se barajan medidas como subvenciones para vallar los límites de las tierras
No obstante, ha admitido que «en algunas zonas es más complicado ejercer un control que en otras».
Ante la posibilidad de que haya reservorios en la fauna salvaje local, el director general ha señalado que «la Consejería se propone convocar subvenciones para vallar los límites de las tierras» aunque ha recalcado que «al final no se trata de imponer medidas sino de un esfuerzo conjunto».
El objetivo de la Consejería de Agricultura y Ganadería es que «exista el mínimo riesgo de activación del virus y que las ganaderías colindantes no se vean afectadas».
Todas las ganaderías de este municipio situado en la parte norte de la sierra de Gredos, seis explotaciones con unas 350 cabezas, tuvieron que someterse a un vaciado sanitario este verano.
Llorente se ha reunido en Ávila con los principales agentes del medio rural para presentar un mapa de infraestructuras que, según ha señalado, dará prioridad a las concentraciones parcelarias, especialmente donde ya se ha iniciado el proceso, la modernización de regadíos y nuevos regadíos.
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