La industria cárnica española, con una facturación de 33.218 millones de euros de facturación en 2023, lidera el ranking de la industria nacional de alimentación y bebidas, representando hoy, casi un tercio de la facturación total del sector de la alimentación en nuestro país. En este contexto, Anice ha puesto a disposición de los principales partidos políticos de nuestro país, que concurren a las elecciones europeas 2024-2029, un documento que recoge las prioridades del sector cárnico para la nueva legislatura, así como medidas de mejora para la gobernanza de la UE.

Es meritorio que, pese a la coyuntura económica poco favorable del pasado año, el sector logró alcanzar, además, una cifra récord de exportaciones de 10.583 millones de euros y una balanza comercial del 625%, superando las ventas al exterior de 2022, en un 6,2%; situándose  por otra parte, como  uno de los mejores aliados de la lucha contra la despoblación porque sus más de 113.000 empleos directos se han creado y mantenido especialmente en las zonas rurales, fijando población, vertebrando sus ecosistemas y por tanto, contribuyendo a evitar la España vaciada.

Sin embargo, el sector se encuentra actualmente sometido a una creciente presión regulatoria, que está lastrando su crecimiento económico, poniendo piedras en las ruedas de las grandes palancas para su desarrollo, como son la innovación y la internacionalización.

UN DOCUMENTO BASADO EN DOS ÁREAS: UNA CON CONSIDERACIONES GENERALES Y OTRAS CON LAS PRIORIDADES ESPECÍFICAS DEL SECTOR

En este contexto, la industria cárnica española, reunida en Anice, ha elaborado y puesto a disposición de los principales partidos políticos que concurren a las próximas elecciones europeas, un documento que recoge las principales prioridades del sector ante la nueva legislatura, y que, de llevarse a cabo, supondrían un importante impulso para el crecimiento económico de uno de los más importantes sectores industriales de nuestro país y estandarte indiscutible de la Marca España.

 El documento se divide en dos áreas. La primera hace referencia a consideraciones generales dirigidas a la mejora de la gobernanza de la Unión Europea y la segunda recoge las prioridades específicas que necesita el sector para su protección y desarrollo.

Para ANICE, los candidatos al Parlamento Europeo presentados en las listas de los diferentes grupos políticos deben afrontar la legislatura con un profundo conocimiento de la realidad agraria, ganadera y agroindustrial española, de manera que puedan desarrollar su trabajo en los dos Comités de la Eurocámara con mayor peso específico y que son claves para nuestro sector, el Comité de Agricultura (COMAGRI) y el Comité de Medio Ambiente (COMENVI). Está en juego la mejor defensa de los intereses de los operadores económicos españoles a los que representan.

Se subraya, también, la necesidad de contar con una nueva Vicepresidencia Ejecutiva de Política Alimentaria en la Comisión Europea, que sirva de contrapeso a la poderosa Vicepresidencia Ejecutiva de Pacto Verde Europeo, así como de disponer de un informe del impacto económico de la escalada legislativa, y de contar con evaluaciones técnicas y sin ideologías, previas a la implementación de cualquier normativa.

Por último, la industria cárnica solicita la preservación del Mercado Único, de forma que los legisladores apliquen de forma coherente la normativa en todos los Estados miembros de la UE para no restar competitividad a las empresas. Así debemos reaccionar frente a las crecientes iniciativas legislativas nacionales que acaban siendo auténticas barreras comerciales en el seno de la UE, como el sistema de etiquetado nutricional francés, Nutri-Score, o los recientes intentos de imponer etiquetados medioambientales de difícil comprensión para el consumidor.

ANICE pide también a los nuevos decisores políticos una racionalización en el vasto desarrollo normativo del Pacto Verde Europeo que presiona a un sector ya sometido a una estricta regulación, asfixia a las pymes y nos aboca a una pérdida de producción y soberanía alimentaria sin precedentes. Escalada regulatoria que ha provocado importantes protestas del sector primario en toda Europa.

El segundo bloque se centra en las prioridades específicas del sector cárnico, con medidas que pasan por el reconocimiento del valor estratégico del sector, la puesta en marcha de acciones y campañas para trasladar información veraz, científica y contrastada sobre alimentación, nutrición y salud, promoviendo que el sector y sus producciones recuperen credibilidad y reputación, frente a los ataques continuos de los poderosos lobbies animalistas y anticarne.

El apoyo a la investigación se hace clave, y se demandan soluciones que favorezcan la inversión de la industria cárnica en materia de innovación, así como propuestas de financiación para cumplir con los ambiciosos objetivos medioambientales establecidos por la Comisión Europea en el Pacto Verde Europeo, que deberían venir de la mano de nuevas convocatorias de los fondos europeos Next Generation, entre otros.

Sin olvidar el impulso al comercio exterior para que España mantenga su actual liderazgo en el comercio internacional de carnes y derivados cárnicos.

En definitiva, el documento presentado por ANICE con las prioridades del sector cárnico refleja la necesidad de reforzar y ampliar el apoyo institucional y político a nivel europeo, para que el sector cárnico pueda seguir avanzando con seguridad y en igualdad de oportunidades para hacer frente a los desafíos de futuro, en el que este sector se juega mucho en el escenario nacional, europeo e internacional.

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