En cambio, Abreu reconoció que "hoy el Mercosur es un obstáculo", y que sería necesario cambiar algunas de sus prácticas para conseguir el acuerdo lo suficientemente amplio que pide la industria agraria. Como ejemplo, citó el acuerdo de libre comercio que están a punto de empezar a negociar la UE y Estados Unidos, un "intento inteligente" frente al que Brasil no quiere "quedar atrás".

    En su opinión, uno de los "grandes obstáculos" que afectan al Mercosur es de índole política y tiene como origen Argentina, un país "extremadamente proteccionista", comentó. "Cómo vamos a abrir el mercado si uno lo quiere cerrar y poner impuestos a las importaciones", dijo Abreu, quien pidió "pragmatismo" y "no impedir el trabajo de los otros".

    En segundo lugar, consideró que algunos sectores industriales se resistían al acuerdo ante la competitividad de los europeos, aunque ahora cree que "las cosas están mejorando" y que no hay razón para mantener un rechazo.

    "Hay productos brasileños más competitivos. Los consumidores piden fiabilidad, pero también productos más baratos", indicó, y descartó que las subvenciones a la agricultura europea sean un problema principal en la negociación.

    Abreu recordó que el sector agropecuario es el que más crece en Brasil, un 9,7% en el primer trimestre frente al 0,6% del conjunto de la economía brasileña, "gracias a mucha innovación tecnología para superar los cuellos de botella", la falta de carreteras o ferrocarriles, dijo, y aseguró que quieren dejar atrás la visión romántica de la agricultura y los métodos primitivos.

    También destacó los logros de Brasil por frenar la deforestación, que, según dijo, en 2004 ascendía a 27.200 kilómetros cuadrados y en 2010 había caído ya a 6.600.

    Abreu inauguró la primera oficina de la CNA en Bruselas con los objetivos principales de consolidar y aumentar la cuota de mercado de los productos agrarios brasileños en la UE y promover más los acuerdos entre las dos partes en ese sector.

Ofrecen productos a precio razonable, fiables y seguros


     La senadora puso de relieve que los consumidores europeos buscan productos con un precio razonable a la vez que de calidad, fiables y seguros, por lo que vio importante que haya una representación en Bruselas del sector brasileño para explicar sus garantías sanitarias, de bienestar animal y sostenibilidad.

    "Queremos estar aquí defendiendo el área del negocio agrario, mostrando nuestras expectativas y disipando los temores de los consumidores", comentó, y subrayó igualmente su interés por seguir de cerca las reglamentaciones y los acuerdos que tramita la UE y "convivir" con los productores europeos.

    La CNA, que está formada por 27 federaciones estatales y más de 2.100 sindicatos, abrió ya una oficina en Pekín en noviembre pasado con la idea de diseñar una "estrategia de comercialización" que, a base de alianzas, lleve a los productos brasileños "donde están los compradores", muchos de ellos en el interior del país.

    Abreu también participó en el Parlamento Europeo en una mesa redonda sobre las oportunidades de inversión en Brasil, a la que también asistieron miembros de Apex-Brasil, la agencia brasileña de promoción del comercio y las inversiones.

    Las exportaciones agrícolas de Brasil a la UE representaron el 23% del total en la pasada década, y entre mayo de 2012 y abril de 2013 las ventas alcanzaron cerca de 22.000 millones de dólares (aproximadamente el 21,9% de las exportaciones del país), entre las que destacaron la soja, productos forestales, café, carne y zumo de naranja, según datos de la organización.

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