EFE.- El Departamento Meteorológico de la India (IMD, en sus siglas en inglés) constató en junio un 40 % menos de lluvias respecto a lo que suele ser habitual ese mes, con escasez de precipitaciones en 14 de las 36 zonas en que divide el país a efectos estadísticos.
El primer ministro indio, Narendra Modi, convocó el 26 de junio una reunión de alto nivel de su Gobierno para analizar la situación, tras advertir los meteorólogos un retraso en la llegada del monzón.
Este fenómeno de viento y lluvia arranca habitualmente a comienzos de junio con dos frentes, uno en la costa de Kerala (suroeste) y otro en Bengala (oeste), para ir avanzando en ambos casos hacia el norte de la India.
Ante su demora este año, el Ministerio de Agricultura tiene preparado un plan de contingencia en 500 de los 645 distritos del país en apoyo del sector agrícola, que depende ineludiblemente de esta temporada de lluvias.
El temor a que una menor cosecha conlleve un aumento de precios de los alimentos ha llevado al gabinete de Modi a diseñar medidas de control de la inflación, como sacar al mercado reservas de arroz e incluso poner en marcha juzgados especiales para evitar "los acaparadores y el mercado negro".
Entre abril y mayo, la inflación ya había pasado del 8,5 al 9,4 por ciento, con aumentos de precios cercanos al 23 por ciento en productos como la fruta respecto a hace un año, una subida que se está trasladando en la actualidad a hortalizas y tubérculos.
Las medidas se debatirán el próximo viernes en una reunión en Nueva Delhi con representantes de los diferentes estados que integran la India, para controlar "el irracional incremento de precios de algunos alimentos", como lo ha calificado hoy el propio Gobierno del país a través de su página web.
Una escalada de precios en la cebolla o la patata que, a su juicio, no está justificada mientras las reservas de productos básicos son suficientes actualmente en la India, por lo que en esa reunión se analizará cómo se hacen llegar de forma más efectiva al mercado.
Anjan Roy, asesor económico de la Asociación de Cámaras de Comercio de la India (Assocham), en sus siglas en inglés), explica a Efe que lo más urgente es contener los precios especialmente en hortalizas, que en la economía india "son un factor determinante en la inflación".
Roy subraya la necesidad de "clarificar los canales de comercialización" para evitar especuladores y de mantener un incremento de la producción de alimentos "acorde a la creciente demanda" en la segunda nación más poblada del mundo, con cerca de 1.250 millones de habitantes.
"El Gobierno tiene que revisar muchas normas" para adaptarlas a la situación y "más que el retraso en sí del monzón, lo que sería peor es que hubiera una gran sequía" que mermara la cosecha y la escasez de producción contribuyera "aún más a aumentar los precios", mantiene este experto.
Los efectos negativos de un retraso en la llegada de las esperadas lluvias se podrían mitigar si durante el resto de la temporada del monzón el régimen de precipitaciones se recupera, pero la sequía ya se deja notar en estados norteños como Punyab.