Hasta ahora, Andalucía era la que lideraba todas las protestas por los planes del Ministerio para la nueva PAC. Ahora, la guerra territorial se amplía a Castilla y León, donde se ha mostrado su preocupación por el temor a que se pueda reorientar las ayudas PAC favoreciendo a determinados territorios, ante las declaraciones del jueves 15 del ministro de Agricultura, Luis Planas, sobre los propósitos de su departamento para diseñar la nueva PAC, al apuntar que tendrá “acento mediterráneo”, previendo que comiencen a recibir ayudas directas determinadas producciones más competitivas que hasta ahora no contaban con este apoyo.

Desde ASAJA de Castilla y León estarían de acuerdo con la ampliación de las ayudas a todas las producciones agroganaderas, siempre que lleve aparejada el correspondiente incremento presupuestario para sufragarlas. “Pero esto no es así, en el marco financiero plurianual España no ha conseguido más fondos que en la etapa anterior, por lo que si se abren a nuevas producciones contando con el mismo presupuesto significa lisa y llanamente que habrá un recorte significativo de las ayudas que hasta ahora reciben los sectores mayoritarios en varias comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León”.

Por ello, recuerdan que desde los inicios de la PAC, herbáceos y ganadería extensiva han contado con el respaldo de las ayudas, «no por motivos arbitrarios, sino porque estas producciones, típicas de la agricultura continental, tienen escaso margen de beneficio y reportan poco valor añadido a los agricultores, y es muy difícil que sobrevivan en un libre mercado sin ayudas. Justo lo contrario que esas producciones ajenas hasta ahora a las ayudas directas de la PAC,  lo que no les ha impedido ser de los sectores más competitivos de Europa, porque su rentabilidad depende de otros parámetros, fundamentalmente el agua, y de un clima benigno que no tenemos en otros territorios. Además, sí han contado y cuentan con planes sectoriales propios e instrumentos de regulación de mercado sostenidos también con fondos PAC».

El hecho de que en la nueva Política Agrícola Común los Estados Miembro vayan a disfrutar de un amplio margen de maniobra para aplicarla en función de las necesidades de cada país, hace que las palabras de del ministro «sean preocupantes porque pueda querer reorientar las ayudas de la PAC y hagan necesario articular una respuesta de las comunidades autónomas para las que este cambio de criterio supondría un atropello contra los intereses de sus agricultores y ganaderos».

En este sentido, ASAJA pide al consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, que Castilla y León «enarbole la defensa de esas producciones continentales, mayoritarias en buena parte de nuestro país, y aglutine fuerzas con otras comunidades autónomas que se verían afectadas también».

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