La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) ve «crucial» establecer un marco regulatorio «claro», a nivel europeo, que proteja las denominaciones «y garantice la transparencia en el etiquetado de los productos», tras la sentencia del TJUE sobre el uso de la denominación del término «salchichas».
En concreto, esta instancia judicial ha sentenciado que está permitido utilizar términos propios de productos cárnicos, como «salchichas» o «bistec», para productos a base de proteínas vegetales salvo que se adopte una denominación jurídica específica para los mismos.
Sin embargo, en su sentencia precisa que si una autoridad nacional estima que las condiciones específicas de venta o promoción de un alimento inducen a engaño al consumidor, podrá actuar contra el operador en cuestión y demostrar que esa presunción ha quedado desvirtuada.
Por eso desde Anice creen que el sector cárnico europeo debe actuar de forma conjunta para buscar una «armonización».
CRITICAN «LAS LAGUNAS Y VACÍOS NORMATIVOS QUE PERMITEN LA PROLIFERACIÓN DE PRODUCTOS SIN CARNE QUE UTILIZAN DENOMINACIONES YA CONSOLIDADAS, GENERANDO CONFUSIÓN EN EL CONSUMIDOR”
La asociación ha recordado que España cuenta con la norma de calidad de lo cárnicos que establece de una forma «clara y precisa» que las denominaciones de venta que se utilizan para la carne y sus derivados se reservan «exclusivamente» para aquellos productos que contengan carne u otro producto de origen animal como ingrediente principal.
Además, esto ha sido ratificado por la Mesa de Coordinación de la Calidad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, pesca y Alimentación (MAPA).
Sin embargo, dadas las «lagunas y vacíos normativos que están permitiendo la proliferación de productos sin carne que utilizan denominaciones ya consolidadas, generando confusión en el consumidor, Anice ha participado en la consulta pública de actualización del futuro real decreto de calidad alimentaria» para que el nuevo marco regulatorio «garantice el principio de transparencia e información y resuelva cuestiones que afectan a las denominaciones de los alimentos».
Por otro lado, desde la asociación en defensa de una alimentación vegetal (Proveg) han acogido con «satisfacción la claridad» aportada por el TJUE.
Según han añadido en un comunicado, los consumidores «no se dejan engañar por los nombres cárnicos de los alimentos de origen vegetal, porque los supermercados no reciben quejas al respecto».
El «ímpetu» para aprobar el decreto en Francia sobre este asunto, país en el que arrancó este litigio, estuvo «claramente» impulsado por las «preocupaciones comerciales de la propia industria cárnica», ha añadido.