La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investigado a otras dos tras una investigación que se ha efectuado de manera conjunta con la Policía de Lituania quien alertó de que varios de sus nacionales podrían estar siendo explotados en la provincia de Valencia, permitiendo liberar a 8 víctimas. Se da la circunstancia de que ha esta operación plicial se produce en plena polémica con Trabajo pero también de que ha sido fundamental la colaboración ofrecida desde la empresa agrícola para la que trabajaban las víctimas, la cual desconocía las condiciones a las que estaban sometidas por los tratantes una vez finalizada la jornada laboral.

Las actuaciones, según una nota de la Guardia Civil, se han orientado hacia la protección y asistencia de las víctimas explotadas por tratantes que integran redes criminales de carácter internacional y que se aprovechan de la especial vulnerabilidad de estas personas. La cooperación de los empresarios ha sido fundamental para el éxito de la investigación y la detención final de los autores.

La Guardia Civil, junto con la Policía de Lituania, ha desarrollado una investigación que continúa abierta y que ha permitido la detención de dos personas por la comisión de delitos de trata de seres humanos con finalidad de explotación laboral y la liberación de 8 víctimas. Tanto las personas detenidas como las víctimas, que se encontraban  empleadas en campañas agrícolas de recolección de fruta, son de origen lituano.

Las organización captaba a sus  víctimas valiéndose de su vulnerabilidad (desconocimiento del idioma, escasos recursos económicos, aislamiento social, etc…), les tramitaban la documentación, personal y bancaria, y mediaban para su contratación con las empresas de recolección de frutos. No obstante, posteriormente y bajo amenazas y con objeto de impedir la denuncia y limitar su capacidad de huir de su situación,  les retenían las tarjetas y cartillas bancarias, además de los contratos de trabajo y documentación personal.

Los dos detenidos (un hombre y una mujer) sometían a las víctimas a un férreo control, les facilitan alojamiento en condiciones infrahumanas infringiéndoles malos tratos físicos, amenazas, coacciones y abuso emocional. Además hacían uso fraudulento de las tarjetas de sus cuentas bancarias, para extraerles el dinero de sus salarios.

Para el éxito de la operación ha sido fundamental la colaboración ofrecida desde la empresa para la que trabajaban las víctimas, la cual desconocía las condiciones a las que estaban sometidas etas 8 víctimas por los tratantes una vez finalizada la jornada laboral, aportando documentación y datos que han resultado esenciales para el desarrollo de la misma.

Las 8 víctimas que han podido ser liberadas e identificadas, tienen entre 29 años y 44 años, y ya han sido asistidas y alojadas con la colaboración de la ONG Cruz Blanca, quien se ha hecho cargo además del asesoramiento legal a las mismas.

Se han llevado a cabo tres registros en los que se han intervenido numerosa documentación personal de las víctimas (documentos de identidad nacionales de su país, así como solicitudes de NIE), libretas de apuntes sobre el trabajo y lo que les pagaban, tarjetas y cartillas bancarias; más de 10.400 € en metálico procedentes de salario retenido a las víctimas y una furgoneta.

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