También ha afectado, pero con mucha menos intensidad, cultivos de los municipios de Linyola y Bellvís, en el Pla d’Urgell, y de Agramunt, Castellserà y La Fuliola, en el Urgell.

    La dimensión de la piedra caída oscilaba entre el centímetro y la medida de huevos de codorniz en algunos casos excepcionales.

    Los cultivos más damnificados han sido los de fruta de semilla, con unas 430 hectáreas dañadas, que en el caso de municipios como La Sentiu de Sió, Bellcaire d’Urgell o Montgai afectó a la producción de pera y manzana en más de un 80 %. En otros municipios la afectación ha sido muy menor, como es el caso de Castellserà o de Agramunt.

Distintos efectos en el cereal y la fruta


    Otro de los cultivos más afectados ha sido el cereal, teniendo en cuenta que la cebada y otros cereales ya se han recolectado. Así pues, los más afectados han sido el maíz (con 3.000 hectáreas dañadas) y el trigo blando (con 2.500).

    Cómo en el caso de la fruta, la afectación ha sido muy variable y siendo máxima en municipios como Bellcaire d’Urgell, la Sentiu de Sió y Montgai, donde los daños superan el 80 %.

    Otros cultivos afectados han sido la viña, en unas 130 hectáreas, unas 70 de las cuales están dañadas en más de un 60% de su producción; y los forrajes, con unas 700 hectáreas afectadas en más de un 60%.

    La granizada registrada  esta semana es la tercera que daña los cultivos en Lleida en menos de un mes, ya que el pasado 8 de junio hubo la primera tormenta de piedra, que afectó a unas 2.170 hectáreas de cultivos, y el pasado 18 la segunda, la más dañina, con más de 41.000 hectáreas afectadas.

(Foto: Archivo de daños en una granizada anterior)

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