La ganadería se asoma al abismo de la falta de rentabilidad tras nueve meses de subida persistente del precio de las materias primas y, en general, con unos precios de venta de sus productos en caída debido a la pandemia, lo que lleva a una situación insostenible a corto y medio plazo.

Algunos granjeros han reducido sus volúmenes de producción, otros piensan hacerlo próximamente y muchos, mientras, echan la culpa de esta situación a la especulación.

Efeagro ha contado con el testimonio en primera persona de tres empresas (una de vacuno de carne, una avícola de puesta y otra de carne) que muestran cómo les afecta este panorama porque los costes de producción se han elevado de forma considerable y ya acumulan cerca de un año.

El último informe semanal de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE) recoge que desde julio de 2020 el maíz lidera el encarecimiento con un repunte del 37,7 %; seguido por la cebada (+33,75 %); trigo blando (+28,33 %); soja (+24,55 %) y trigo duro (+10,68 %).

«En esta situación podemos durar poco», así de tajante se muestra Juan Velasco, que es gerente del grupo empresarial «Familia Velasco» en Villacastín (Segovia) con un millón de aves para puesta y fábrica de pienso propia.

CULPAN A LOS «FONDOS DE INVERSIÓN QUE SE HAN METIDO A ESPECULAR CON LAS MATERIAS PRIMAS»

El maíz, que es una de las materias primas que más utilizan para sus piensos, les ha subido en su caso un 30% desde julio, la harina de girasol (+40%), el aceite de soja (+60 %), la harina de soja (+35 %) y en esos niveles están el resto de las materias.

«Date cuenta de la magnitud que esto implica» y más cuando esas subidas no se han trasladado al resto de los eslabones, aunque es verdad que el huevo se ha encarecido «algo en las últimas semanas» pero «no lo suficiente», relata.

Por el momento, esta empresa no ha bajado la producción de huevos y Velasco llama a ser «positivos» y «pensar que esta carestía no se puede mantener» porque «la gente se arruina ya que no es sostenible» en el tiempo.

Echa la culpa a los «fondos de inversión que se han metido a especular con las materias primas», ya que en épocas de crisis como la actual «suelen buscar valores refugio».

A pesar de todo, se siente un «privilegiado» porque al tener la fábrica de pienso propia se ahorra costes y además cerró la compra de materias primas a futuro en 2020 cuando aún no había comenzado la escalada.

Una solución que ve, al menos mientras siga la situación, es subir los precios de venta al público y asegura que con encarecer la docena «20 céntimos» serviría y el consumidor «tampoco lo notaría mucho».

SI LA SITUACIÓN SIGUE ASÍ «MUCHO TIEMPO» SERÁ «BASTANTE DIFÍCIL» MANTENER LOS TERNEROS EN CEBO

María Dolores Romera es la encargada financiera de Finca Dehesa del Moro en Buenaventura (Toledo) en la que se crían 2.200 cabezas de ganado vacuno de carne y, en su caso, habla de un encarecimiento medio del 17 % en la partida de alimentación animal.

Esta subida no se compensa con los ingresos porque «los precios de venta del vacuno en 2020 han ido a la baja», apunta.

María Dolores es consciente de que si la situación sigue así «mucho tiempo» será «bastante difícil» mantener los terneros en cebo.

«Habría que meter menos cebo en la granja porque no nos sale rentable», enfatiza.

Por el momento, también han decidido mantener los niveles de producción y se han dado de «margen» hasta junio para adoptar decisiones.

Apunta asimismo a la especulación como origen pero, «a pesar de todo, mantenemos la esperanza de que bajen» las cotizaciones.

El director general del grupo familiar Subirats, Joaquín Subirats, con sede en Tortosa (Tarragona) forma parte de la segunda generación de esta compañía con granjas avícolas de carne, de porcino y también negocio en la nutrición animal.

Llevan unos meses «muy duros» porque «las materias primas suben y tienes que comprarlas sí o sí, mientras que trasladar los precios a los clientes cuesta mucho».

ESTÁN CONSIGUIENDO, «POR MUY POCO», VENDER POR ENCIMA DE COSTES Y ESPERA QUE «ANTES DEL VERANO» SE ALCANCE EL «PUNTO DE INFLEXIÓN»

En su caso, el pienso de pollo se ha encarecido un 16 % desde otoño pasado y el del pavo un +25 %.

También nombra a la especulación como causa pero teniendo en cuenta que hay otros «muchos factores» que las empresas «no controlamos»: son «muchas variables» y sería «engañoso nombrar sólo una».

«Al final, es un conjunto de variables» y el sector ganadero es «sensible» a «todos» los inputs: «Es una lástima pero el sector ganadero funciona así», subraya.

Esta compañía ha reducido sus producciones pero fundamentalmente por el descenso de la actividad en el canal Horeca y el turismo debido a la pandemia ya que engloban entre el «20 y el 30 %» del total de las ventas.

Actualmente, están consiguiendo, «por muy poco», vender por encima de costes y espera que «antes del verano» se alcance el «punto de inflexión» que cambie la tendencia alcista de los precios.

Joaquín recalca la necesidad de «dignificar» al sector ganadero porque «ha estado al pie del cañón» para suministrar alimentos a la sociedad durante la pandemia y haciendo frente a este contexto de las materias primas: «Pasamos todas esas calamidades y, aún así, somos trabajadores y responsables».

(Texto: Juan Javier Ríos / Efeagro)

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