La Fundación Patrimonio Comunal Olivarero (FPCO) reestructurará su red de almacenes -la mayor que existe para el aceite de oliva en el mundo- para ganar en eficiencia, lo que implica reforzar cinco de sus centros, el cierre de otros dos, y la reducción en un 50% de los costes de personal.
El director gerente de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, Álvaro González-Coloma, avanza en una entrevista con Efeagro el proyecto de remodelación de la red -que llega a ocho provincias en cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid-, que se desarrolla este año e incluye una reducción de plantilla pactada y permitirá rebajar el alquiler a los usuarios.
González-Coloma recuerda que los almacenes son un «paracaídas» para ayudar al sector productor a que guarde el aceite en épocas de grandes cosechas, lo que exige de un gran esfuerzo para mantenerlos aquellos años en los que están menos ocupados.
Especifica que, de un total de trece almacenes distribuidos por el territorio nacional, se dejarán «permanentemente abiertos» los 5 de mayor capacidad, situados en Espeluy (Jaén), Montoro y Puente Genil (Córdoba), Atarfe (Granada) y Marchena (Sevilla).
Sobre este último, el director gerente recuerda que tiene características especiales porque no se rige por el ciclo estacional de las recolecciones como el resto sino que funciona todo el año; no lo alquila el sector productor sino los grandes envasadores para atender sus plantas y es, asimismo, el más rentable de la red.
El resto de los almacenes se quedará «en reserva» desde la próxima campaña 2017-2018, y se utilizarán aquellos años de mayores cosechas de aceite de oliva, siempre que los cinco permanentes se hayan llenado ya, lo que permitirá ahorrar costes y rebajar alquileres para los clientes que contratan los depósitos.
La red tiene una capacidad de almacenamiento teórica de 400.000 toneladas, aunque en la práctica ronda los 200.000
Durante 2017 se cerrarán los almacenes de Linares (Jaén) y Lucena (Córdoba), que tienen pequeña dimensión. La remodelación ha tenido en cuenta criterios geográficos para que ningún productor tenga que recorrer grandes distancias.
La red tiene una capacidad de almacenamiento teórica total de 400.000 toneladas, aunque en la práctica la máxima capacidad de guarda ronda las 200.000 o algo más, ya que los tanques no pueden contener aceite de más de un cliente y no siempre se llenan.
Sobre la reducción de plantilla, la FPCO llegó en 2016 a un acuerdo con los representantes de los trabajadores que les permitirá reducir un 50 % los costes de personal para finales de 2017.
Es un «ERE no traumático» basado en su grueso en jubilaciones, prejubilaciones y bajas incentivadas y condiciones ventajosos para la plantilla que decida retirarse de la actividad, ha puntualizado.
Hasta ahora han abandonado 15 personas, de un total de 20 ó 23 empleados que finalmente se verán afectados por el ERE hasta finales de 2017, según ha especificado el director gerente.
En total, trabajan en la FPCO 55 personas y nueve de ellas lo hacen en sus oficinas de Madrid.
Esta entidad privada sin ánimo de lucro cuenta entre sus activos, asimismo, con un museo del aceite (Mora de Toledo), un laboratorio en Montoro (Córdoba) y una tienda de venta al público en el centro de Madrid, que en breve comercializará también en Internet.
De igual forma, promueve y financia estudios multidisciplinares a largo plazo para demostrar científicamente las propiedades saludables del aceite virgen extra, como el «Predimed», cuyos resultados han tenido gran repercusión internacional.
Entre los «patronos» de la FPCO, figuran representantes del Gobierno central -varios ministerios, como el de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente- y autonómicos -Andalucía y Castilla y León-; organizaciones agrarias (Asaja, COAG y UPA); Cooperativas Agro-alimentarias; almazaras (Infaoliva) e industriales envasadores y exportadores (Anierac y Asoliva).
(Texto: Ginés Mena / Efeagro)
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