EFE.- Dirigido por el catedrático emérito de Hidrología Ramón Llamas, expertos de Estados Unidos, México, Chile, China, Brasil, Colombia, Suiza, Marruecos, Perú y Argentina han participado en el encuentro del Observatorio del Agua de la Fundación Botín, en el que también se ha revisado el estado del proyecto de Latinoamérica sobre seguridad hídrica y alimentaria, cuya novedad es su enfoque multidisciplinar.
En la reunión se ha debatido sobre la gestión del agua subterránea y superficie, del abastecimiento y saneamiento para usos urbanos e industriales, de la sostenibilidad alimentaria, así como de los ecosistemas de agua dulce, del comercio de agua virtual y se han puesto ejemplos sobre casos en China y Perú, según informa la Fundación Botín en una nota de prensa.
Entre los ponentes, en el encuentro, ha habido representantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la Organización Mundial del Comercio, el Centro Internacional de Gestión de Agua, y responsables de la Academia de Ciencias de China y de universidades de Chile, Perú, Colombia, Argentina, México, Costa Rica y Suiza.
La reunión también ha servido para conocer la monografía "El agua en España: bases para un pacto de futuro", editado por el Observatorio del Agua de la Fundación Botín y que pretende ser un punto de encuentro de debate sobre el agua en España para intentar conseguir un pacto sobre la política en esta materia entre los principales partidos.
Ramón Llamas reconoce que los problemas de agua en el mundo se deben a una mala gestión y no a su escasez física, una afirmación que inspira -explica la Fundación Botín, la monografía, que va dirigida a conocer hasta qué punto es aplicable esta política en España, el país con mayor superficie árida y semiárida de la Unión Europea.
El libro explora también la necesidad de mantener el capital natural de España y, además, el componente humano en la gobernabilidad del agua, es decir, las necesidades, deseos y aspiraciones de personas e intereses políticos que "a menudo determinan el resultado de las decisiones y llevan, a veces, la gestión del agua a un punto muerto", según refleja la monografía.