La presencia de contaminantes emergentes –como los productos farmacéuticos– en el medio acuático y sus posibles efectos sobre los organismos vivos se ha convertido en un tema de creciente preocupación para científicos, gestores del agua y la opinión pública.

Un proyecto piloto realizado en la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Castell-Platja d’Aro (Girona) demuestra la eficiencia de eliminación de los productos farmacéuticos de las aguas residuales mediante un sistema que integra un biorreactor de membranas combinado con un sistema de ósmosis inversa (MBR-RO).

En este estudio, realizado por el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), el Laboratorio de Ingeniería Química y Ambiental de la UdG (LEQUIA), el Consorcio de la Costa Brava (CCB) y la Empresa Mixta d’Aigües de la Costa Brava, se evalúa la eliminación de diversos fármacos, abarcando un amplio espectro de compuestos farmacéuticos, medicamentos psiquiátricos, antibióticos macrólidos, antiinflamatorios, etc., en un sistema MBR-RO a escala piloto.

La tecnología MBR combina la degradación biológica de los contaminantes con una separación física del agua tratada mediante filtración por membranas incorporada en el propio biorreactor. Si se acopla el sistema MBR a un sistema de filtración por ósmosis inversa posterior, se consigue una filtración del efluente, ya tratado en el MBR, más exhaustiva –menor tamaño de poro–.

La combinación de tratamiento MBR y RO ha mostrado una excelente eficacia en la eliminación de los fármacos, permitiendo eliminar más del 99% de todos ellos. Esta elevada eliminación de los contaminantes contrasta con la conseguida con las tecnologías de depuración convencionales utilizadas de manera más extendida para el tratamiento de aguas residuales urbanas, como es el caso del tratamiento secundario o biológico mediante el sistema de fangos activos, en que la eliminación de fármacos es incompleta.

Los sistemas de ósmosis inversa suponen una alternativa cada vez más real y necesaria en lugares donde la escasez de agua está convirtiéndose en un gran problema, como es el caso de zonas mediterráneas.

Alternativas de tratamiento de aguas residuales como la que se presenta en este estudio permiten el aprovechamiento y la reutilización de esta agua para aplicaciones como la irrigación de campos de golf, campos agrícolas, la recarga de acuíferos o bien para abastecer a los propios ríos con agua tratada, que es de excepcional calidad, con mucha menor presencia de contaminantes que la propia agua de río receptor.

Todo ello tiene como consecuencia una mejora sustancial en la calidad del agua del río, lo cual es especialmente importante, ya que en muchas ocasiones una gran parte del caudal de algunos ríos mediterráneos, especialmente en épocas de sequía, pueden provenir de las descargas de las plantas depuradoras, con lo cual pueden tener altos niveles de contaminación.

Además, del estado óptimo de un río dependerá la calidad del agua potable que se pueda extraer de ella, o en su caso puede reducir la cantidad necesaria de recursos energéticos, y por lo tanto económicos, destinados a la producción de agua potable en las plantas potabilizadoras.

Cabe mencionar que hace un par de años se llevó a cabo un estudio similar en el río Llobregat, por parte del IDAEA-CSIC de Barcelona en colaboración con la Agencia Catalana del Agua. En esta ocasión el tratamiento que posibilitó la reutilización del agua después del tratamiento biológico fue una filtración seguida de desinfección por luz ultravioleta y cloración.

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