La añada 2010 fue una de las cosechas más equilibradas y mejores de la historia de Fillaboa. Por esta razón, se optó por guardar un depósito sobre lías con la idea de comprobar cómo se comportaba un albariño Fillaboa a lo largo del tiempo. Seis años después, el resultado es tan positivo que Bodegas Masaveu ha decidido embotellarlo.
Amparado por la DO. Rías Baixas, La Fillaboa 1898 es un vino de añada con una historia detrás. En 1898, uno de los primeros albariños de la historia de la empresa procedente de Bodegas Fillaboa, bajo el nombre “Vino del Condado de la Fillaboa”, cruzó el océano Atlántico a bordo de un velero rumbo a Cuba. Con nuestro vino “La Fillaboa 1898” quieren conmemorar este viaje centenario.
Elaborado con uva 100% albariño, procede de las ocho parcelas que forman parte del coupage de Fillaboa, caracterizadas por suelos de textura franco-arenosa, de buen drenaje y con abundancia de canto rodado.
La vinificación se llevó a cabo mediante despalillado, prensado y desfangado estático. La fermentación alcohólica se realizó a baja temperatura, 14ºC al inicio y 16ºC al final de la fermentación. Ha permanecido seis años de crianza en depósito de acero inoxidable sobre lías finas, realizando batonages periódicos para mantener las lías en suspensión y, de esta forma, evitar oxidaciones y obtener mayor volumen y redondez en boca. Una edición limitada del que solo se han elaborado 1784 botellas.
Según la enóloga de la bodega, Isabel Salgado, “La Fillaboa 1898 es uno vino blanco muy complejo, que mantiene la frutosidad con el paso del tiempo. Un albariño que hace historia como la historia que conmemora”.
Nota de cata
La Fillaboa 1898 presenta un color amarillo pajizo con tonalidades doradas, limpio y brillante.
En nariz descubrimos aromas tostados, con fondos frutales almibarados, fruta muy madura, recuerdo de manzana asada y de panadería, resultado de los seis años de crianza sobre lías. Suave en el ataque, en boca destaca una acidez muy bien integrada, volumen y larga persistencia.
La Fillaboa 1898, un albariño exclusivo que mantiene la frescura de los albariños jóvenes y la complejidad y elegancia de los grandes vinos blancos.