En los últimos meses, la FEV ha venido trabajando intensamente en realizar alegaciones al proyecto de Real Decreto para la aplicación de las medidas del programa de apoyo 2014-2018, tratando de simplificar los requisitos de acceso y eliminar al máximo las trabas que llevan a muchas empresas a renunciar a estas ayudas.
En concreto, según los datos del FEGA, en la medida de promoción del vino en terceros países las empresas gastaron un total de 39,44 millones de euros frente a un techo de gasto de 50 millones, quedándose sin cubrir cerca de un 20% de los fondos. A juicio de la FEV, el exceso de burocracia y el estricto control por parte de la Administración, así como la disparidad de criterios a nivel autonómico a la hora de justificar las ayudas ha frenado a muchas empresas a la hora de pedirlas.
Algunas demandas "se han oído" pero otras "han empeorado"
Pese a todo, algunas de las demandas que la FEV ha realizado en beneficio del sector sí han sido escuchadas, como por ejemplo la petición de rebajar el grado de ejecución mínimo del 75% al 50% para poder optar a la ayuda de forma gradual. También se ha logrado que se incluyan nuevos países en el listado de posibles destinos de las acciones de promoción, como es el caso de Cuba, Vietnam, Tailandia, Filipinas, Perú, Venezuela o Ucrania, entre otros, permitiendo a nuestras bodegas diversificar sus actividades de promoción exterior.
Sin embargo, otras solicitudes no sólo no han sido atendidas sino que han empeorado su planteamiento respecto al primer borrador de Real Decreto, como en el caso del límite de costes de personal subvencionables, que ha pasado del 15% al 13%. "Una limitación difícil de entender teniendo en cuenta que abrir un nuevo mercado para una empresa requiere una dedicación de personal propio que es claramente mucho más intensa que el límite contemplado en el borrador".
Asimismo, se mantiene el límite de ayudas por beneficiario al 3% del presupuesto total, lo cual supone una discriminación hacia las bodegas de mayor tamaño, que en muchas ocasiones son precisamente el motor del sector en materia de promoción exterior. También se discrimina a las marcas privadas frente a las colectivas, ya que estas últimas han sido excluidas de la limitación en las ayudas.